CARLISLE MEMORIES

CARLISLE MEMORIES
LA MUERTE NO LLEGA CON LA VEJEZ, SI NO CON EL OLVIDO

miércoles, 9 de junio de 2010

Impaciencia II


Trabábamos de seguir las sendas del bosque escudriñando
cada parte de el, cada rincón, pero no encontrábamos ni una
sola pista de James, las horas parecen eternas mientras corríamos zigzagueando lugar, parecía que los animales dormidos no percibían nuestra presencia, talvez solo notaban
la brisa que dejábamos al pasar cerca de ellos.

La noche se fue esfumando mientras el sol de un nuevo día iluminaba poco a poco, la mañana, la niebla de la mañana
cubría cada copo de los arboles, estábamos completamente
lejos de la civilización y no podíamos hacer más que esperar…

Edward camino varios metros delante de nosotros, yo me
dirigí ala derecha y Emmett hacia la izquierda queríamos
cubrir por completo el área, para después cerrarle el paso
de frente, lo teníamos todo preparado.

-Rayos Edward, no encuentro ningún rastro `por este lado-
grito Emmett al extremo mío.

-¿Sigues sin escuchar o ver nada?- Pregunto

-No escucho nada pero veo a Carlisle.- Escuche a lo
lejos su pequeña conversación, esperaba poder darles
buenas noticias pero yo tampoco encontré nada. Nos
reunimos en el lugar en que nos habíamos separado
minutos antes.

-No he encontrado rastro alguno de James. –Comente al
instante.

-Vámonos esto se acabo aquí, lo hemos perdido- Dijo
Emmett.

-¡Maldito desgraciado!- juro que cueto te tenga enfrente
te arrancare la cabeza yo mismo-Grito Edward.

En ese instante sonó mi teléfono móvil era mi amada esposa.

-Carlisle mi amor, regresamos a Forks la mujer se
dio cuanta muy pronto de que ella no viajaba aquí.- Me dijo.

-Estaba bien gracias por avisarnos. –Respondí.
-Rose la siguió por el pueblo, toda la noche fue a la
casa, al instituto, la cafetería, el cine hasta que se d
etuvo en la casa del padre de Bella, pero no te preocupes
el ya no estaba.

-Por favor tengan mucho cuidado con ella.-Rogue

-Claro mi amor lo tendremos, ¿y ustedes cómo van?- Pregunto

-Estamos esperando aunque creo que lo perdimos, en cuanto tenga noticias te llamo, te amo mi amor.- Me despedí de ella.

Pero para ese momento Edward ya avanzaba velozmente
de regreso, corrimos tras él y nuevamente nos alarmo
cuando grito.

-Demonios, encontré un rastro, regreso a Vancouver.

Mi teléfono volvió a sonar era Alice…

Impaciencia I


Manejaba a toda velocidad por la 101.

Nos dirigiríamos al norte tanto como nos fuera posible, luego daríamos vuelta y atacaríamos a James, ese era el plana seguir y todos habíamos aceptados seguirlo al pie de la letra.
Emmett llevaba consigo varias prendas que habíamos tomado de la maleta de Bella, estábamos seguros que el rastreador podía percibir el rastro de ella.

Edward viajaba sentado al lado mío, íbamos en completo silencio, entendía que los tres estábamos preocupados, pero la preocupación de Edward iba mas allá, ella era solo una joven e indefensa humana, yo sabía que Esme y Rose sabrían defenderse solas de cualquier ataque y aun así sentía que la mitad de mi alama si es que tenia estaban acompañado a mi amada esposa.

Ellas viajaban al oeste también lo más lejos que pudieran ir en el monovolumen.

No redujimos en ningún momento la velocidad al ir pasando las ciudades de Beaver o Saphho y seguimos por la carretera al llegar a Port Angels y manejaría lo más rápido que me permitiera el no levantar sospechas para llegar a Seattle antes del amanecer. Ya no contaríamos con el cielo siempre nublado y la protección que esto nos brindaría y el jeep ya no sería de mucha ayuda.

James nos seguía pero se mantenía alejado talvez andaría merodeando en Olympic National Forest, se mantenía alejado, nos seguía pero siempre guardando su distancia.

-¡Maldito infeliz!-

No quería ser inoportuno y preguntarle pero al igual que yo Emmett se encontraba sorprendido, durante el trayecto nos mantuvimos callados y ahora Edward lanzaba un insulto así de la nada.

-No quiere que lea sus pensamientos, por eso nos sigue así siempre a la distancia.- Dijo mi hijo.

-¡Diablos Edward! Vaya que es un desgraciado.- Dijo Emmett por respuesta.

-Debemos seguir con nuestro plan, por ahora solo podemos hacer esto, ya que Alice nos informe que están lejos podremos actuar de otra manera.- Les dije.

Seguimos a la misma velocidad, estábamos entrando a Seattle y los cielos se estaban clareando.

-Mantente por la avenida 5- Les dije, inmediatamente baje del auto y seguí a pie rápidamente por las afueras de la cuidad, y ante mis ojos se encontraba lo que había ido a buscar un auto honda civic de modelo algo atrasado color blanco, pero tenía lo que necesitaba un polarizado completo, rápidamente abrí la portezuela del conductor del conductor busque las llaves que se encontraba ocultas. Lo encendí de inmediato y me dispuse a alcanzar a mis hijos no podíamos exponernos al sol. En cuestión de segundos les di alcance, hice sonar el claxon del auto, para detenerme en la orilla de la carretera apare esperar a que subieran al auto, estacionamos el jeep a manera de que no estorbara con una blusa color azul de Bella y una pequeña pista del auto donde viajábamos.

-No creo que lo hayas alquilado padre, o me equivoco-La sonrisa confiada de Emmett me hicieron olvidar por un momento el pequeño acto delictivo del que fui capaz.
-A grandes males, grandes remedios-, conteste guiñándole un ojo y tratando de mantenerme animado.-Lamento no haber encontrado algo mejor.

-Todo estará bien Edward, Alice mantendrá a salvo a Bella.- Le dije para animarlo un poco.

Aunque estaba seguro que eso no serviría de nada en este momento. Ya que no obtuve respuesta de su parte, volvimos a quedar en absoluto silencio.

La noche estaba por llegar, cuando entramos a la ciudad de Vancouver, nos detuvimos enfrente de un enorme bosque lleno de plantas y musgos, los arboles tan altos que parecían perderse en lo alto del cielo, ese lugar me pareció realmente hermoso, me hubiera gustado tanto compartir esta clase de belleza al lado de mi amada esposa, pero no eran ni el lugar ni el momento para melancolías, debíamos esperar a que James nos diera alcance en este impresionante escenario llegaría su triste final, Emmett iba frotando las prendas de Bella por los arboles, y decido colocar algunas mas en una pequeña cueva que nos serviría de emboscada, aunque al parecer este vampiro resultaba muy astuto.

El tiempo transcurrió, y el no aparecía, empezaba a ponerme realmente nervioso…

Despedidas


-¿Qué rayos haces tú aquí?- grito Rosalie en cuanto tuvo enfrente a Laurent.

-Rosalie tranquilízate y deja que el mismo nos lo explique-Le dije
En este momento Jasper la tomo del brazo y prácticamente la obligo a sentarse a su lado, yo por mi parte tome a mi esposa de la mano y nos sentamos, Laurent nos miro algo confundido pero al instante imito nuestra acción.

-Primero que nada lamento mucho lo sucedido el día de hoy jamás pensé que esa joven humana estuviera con ustedes, pero evidentemente no compartimos el mismo estilo de vida, no tengo motivos para actuar en su contra, pero si he de advertirles que James es un cazador, muy letal, nunca he visto nada igual en mis trescientos años.- Nos dijo.

-¿no se supone que eres el líder de aquel aquelarre?-Pregunto Esme aunque eso estaba más que evidente, quizá por los nervios no se le ocurrió decir algo más.

El semblante de este hombre era sumamente sereno, solo sonrió al instante que mi esposa hizo aquella pregunta, para contestarle.
-No claro que no lo soy, yo soy un tipo de mediador, y debo confesar que aunque vivimos de la misma manera, su forma de pensar en ocasiones me resulta incomoda, el es un rastreador, caza por diversión y ahora su mayor reto es esa joven humana, además que su gran aliado es Victoria, la mujer, no la subestimen.-Dijo a modo de respuesta.

-¿Y qué pretendes diciéndonos esto?-Interrumpió Rose visiblemente molesta.

-Solo advertirles no den nada por hecho, con ellos podrían sorprenderlos de gran manera y evidentemente tener algunas bajas.-Dijo apuntándonos con el dedo a los presentes.-
-Tómenlo como ayuda o como advertencia el termino es lo de menos solo quería hacerles saber que yo estoy totalmente fuera de todo esto. Después de decir lo último escuchamos el rechinido de los neumáticos un auto fuera de la casa, lo que indicaba que los muchachos habían llegado ya.

Emmett entro aprisionando a Bella en el pecho, para después depositarla junto a Edward, quien miraba a la defensiva a Laurent, para ese momento él sabía exactamente lo que este estaba pensando.

-Nos está rastreando- dijo Edward mirando hacia en donde se encontraba aquel hombre.

-Me temo que sí. -Dijo a manera de comentario ya que lo que mi hijo hizo fuer una aseguración.

Alice se deslizo junto a Jasper y le susurro algo al oído, al instante se pusieron de pie y caminaron hacia las escaleras mientras Rosalie se acercaba a Emmett.

-¿Qué crees que hará ahora?- Le pregunte a el desconocido.

-Lo siento, sabía lo que iba a suceder desde el momento que su muchacho la defendió en el campo.

-¿Puedes detenerlo?-Volví a preguntar.

El meneo la cabeza en una señal de negatividad y respondió
-Una vez que ha comenzado nada puede detener a James.
-Nosotros lo haremos prometió Emmett, y no teníamos duda a lo que se refería.

-No podrán con él, como he dicho no he visto nada semejante en mis trescientos años, es absolutamente letal, por eso me uní a su aquelarre.

El rugido airado de Edward lleno la habitación y Laurent se encogió.

Me temo que tendrás que escoger-Le dije.

Medito durante unos cuantos segundos pasando su rostro por cada uno de nosotros y al fin respondió.

-Me intriga su forma de vida, pero no quiero quedarme aquí, no tengo motivos para estar en contra de ustedes, pero no puedo actuar en contra de James, creo que me iré al norte en donde se encuentra el clan Denali, del que me hablo. Dudo un momento y continúo

-no subestimes a James, tiene una mente brillante y se siente tan cómodo entre los humanos como ustedes y no atacara de frente…lamento lo que se ha desencadenado aquí, lo lamento en verdad-Inclino su cabeza.

-Ve en paz-dije para finalizar la conversación.

Se dirigió hacia la salida en absoluto silencio, ya que no lo vimos mas pregunte a mi hijo.

-¿A qué distancia se encuentra?-Pregunte a Edward.

En ese momento mi amada esposa presiono los botones que accionaban una máquina para ocultar las paredes de vidrios por unos gruesos postigo metálicos.

-Está a unos cinco kilómetros pasando el rio, dando vueltas está esperando reunirse con la mujer.

-¿Cuál es el plan a seguir?- Pregunte nuevamente.

-Lo alejaremos de aquí para que Alice y Jasper se puedan llevar a Bella al sur.

-¿Y después hijo?-

-Le daremos caza nosotros a él en cuanto Bella ya no esté aquí y se encuentre segura.

-Supongo que no hay otra opción.-Le respondí realmente no me sentía bien matando a nadie aunque fuera un monstruo como James.

-Sube arriba con Esme y Bella intercambien sus ropas- Dijo Edward dirigiéndose a Rosalie.

Esta le devolvió una mirada furibunda e incrédula.

-¿Por qué?¿ Quien es ella para mí? Nada, salvo una amenaza un peligro que tú has buscado y tenemos que padecer todos.

-Rose… -murmuro Emmett poniendo su mano en su hombro y ella al instante la sacudió.

-¿Esme?- ¿Me harías el favor?- Dijo Edward dirigiéndose a su madre sin voltear así donde se encontraba su hermana.

-Por supuesto-Respondió ella que en el momento tomo a Bella de las manos y se dirigió con ella hacia las escaleras, para perderse en una de las habitaciones. Colocamos la bolsa que servía de maleta de Bella en el auto de Alice, tomaríamos el auto de Bella para despistar al rastreador.

Cuando mi esposa y Bella bajaron ya con las ropas intercambiadas teníamos todo listo, cada quien tomo su celular debamos de estar comunicados.

-Esme y Rosalie se llevaran tu coche Bella.-Le dije a Bella quien me miraba con esos enormes ojos llenos de dolor y con las lagrimas a punto de salir.

Rosalie estaba furiosa pero ya hablaría con ella de esto después ahora teníamos que apresurarnos.

-Alice, Jasper lleven el mercedes en el sur deberán llevar ventanillas con cristales polarizados.

–Debía pensar en todo para proteger a mis hijos.

-Nosotros nos llevaremos el Jeep- Dije

-Alice- ¿caerán?- Pregunte.

-El te seguirá y ella seguirá el monovolumen debemos de salir justo detrás de ustedes.

-Vamos entonces apresúrense- Ordene.

VI que el rostro de Edward se entristecía a cada segundo que avanzaba, miraba a su amor como si no fuera a volver a verla, temía por ella y por toda mi familia, me preguntaba constantemente porque un día tan especial termino de esta manera.

Me despedí de mis hijos temiendo que algo pudiera salir mal, abrace a mi esposa le di un beso rápido y nos marchamos.

La Caza II


Avanzaron Alice, Emmett, Edward y ella hacia el obscuro bosque, todos sin excepción de ningún par de ojos, seguimos su recorrido hasta que los perdimos de vista, por ahora el peligro paso, pero la expresión en el rostro de Edward la marcharse me indicaba que esto apenas empezaba, así que debía ayudar más en la medida de lo posible.

-Ya se han marchado, ¿Qué les parece si vamos a casa a jugar un partido de ajedrez?- Ofrecí gustosamente.

En esta ocasión la persona que respondió su el otro hombre.

-Les agradezco su invitación, pero será en otra ocasión, debemos marcharnos, ya perdimos mucho tiempo en este lugar-Su voz sonaba ausente, y aun continuaba el aleteo de sus fosas nasales.

Trate de continuar una charla, para mantenerlos aunque se unos segundos más aquí.

-Insisto, talvez podríamos charlar más cómodamente en casa.

-¿Cómodos?- En esta ocasión hablo la mujer, ¿a quién le importa la comodidad?-profirio secamente.

-Entrelazaron sus brazos ella y el varón rubio, dieron la media vuelta y empezaron a caminar, Laurent avanzo sin pronunciar palabras tras de ellos, y se marcharon.

Acto seguido les pedí a Jasper, Rosalie y Esme que fueran tras ellos, me quede un momento solo, las ideas se agolpaban en mi cabeza una tras otra, temía no solo por la seguridad de esa frágil jovencita, sino también por mis hijos, mi esposa, “mi familia”, hemos sobrevivido durante tanto tiempo sin meternos en problemas, ni aquella vez cuando nos encontramos con los licántropos sentí tanto temor, pero ahora era diferente.


Espere hasta que volvieron mientras levantaba las pelotas y lagunas cosas que se habían quedado tiradas nos subimos en los autos y dirigimos a casa.

Rosalie está furiosa, demasiado nerviosa y alterada, se la paso maldiciendo a Bella y haciendo responsable de lo que estaba ocurriendo, me sentía mal como para soportar los caprichos de Rose, en esta ocasión me sentía realmente molesto.


- ¡Rosalie tranquilízate por favor! – Le ordene.

- Como me pides que me tranquilice Carlisle, Emmett está ahí con el peligro sentado al lado suyo.- Respondió sumamente molesta

- Te entiendo, pero no tardaran en llamar para darnos noticias, tu actitud no ayuda en nada.

- Eso espero o tendré que salir para cerciorarme de que Emmett está bien, y en caso de que no sea así, ¡esa humana me las pagara!, y ¡no me importa quien quiera protegerla!-Advirtió

Muy molesta subí de inmediato las escaleras, se escucho el portazo que dio la cerrar la puerta, entiendo cuando preocupada esta yo estoy igual que ella, y Esme esta devastada siente que Edward podría perder a Bella y eso lo materia, ahora solo nos queda esperar noticias.


Tome de la mano a mi esposa y nos sentamos al lado de mi hijo Jasper, que nunca se sobresalto pero está preocupado tanto como nosotros sus hermanos están en peligro pero la mujer de su vida también lo está, y trata de tomar las cosas tranquilamente, eso me hace pensar que Rose es demasiado egoísta. Empecé a sentir como el don de Jas entro en acción la instante.

Ring, Ring, sonó mi teléfono celular y conteste al instante.

-Si diga. Conteste al otro lado de la línea escuche la voz de Alice.--¿Qué ha pasado? ¿Cómo esta Bella y los muchachos?-Pregunte.

-Carlisle, estamos bien, Bella está con nosotros tenemos un plan, iremos a buscar a Jasper, para que vaya con Bella y conmigo…

-Pero, ¿Qué ha ocurrido?-Interrumpí.

-En casa les cuento bien, solo llame para decirles que estamos bien, ha dile a Rose, que no tiene que descuartizar a Bella, Emmett está perfecto.

No me dejo decir mas colgo el telefono, Rose debió escuchar el ruido del teléfono, ya que venía bajando las escaleras cuando Jasper nos alerto de que alguien se acercaba a la casa

Baje las escaleras, para saber si les había dicho algo Alice, pero antes de preguntar algo, sentimos como Jasper se alerto, de la presencia de alguien se acercaba a la casa. Su entrenamiento como militar y el tiempo que vivió al lado de los nómadas que lo transformaron le hacían que sus sentidos se agudizaran y eso ene este instante erra muy bueno. que se acercaba a la casa.

Camino hacia el umbral de la puerta principal, y ahí estaba aquel Nómada, que parecía el líder, me acerque a el lentamente.

-Bienvenido, pasa, estás en tu casa. Le invite cordialmente...

La Caza I


Aparecieron en uno de los linderos del bosque a escasos doce metros de nosotros, el primer hombre de piel blanca y cabellos rubios se acerco y se aparto inmediatamente para dar paso a otro más alto de cabello negro y piel obscura, que se coloco al frente, de modo que supuse seria el líder del grupo, el tercer integrante era una mujer, de cabello rojo encendido, caminaban muy juntos, mostrando recelo, su paso gatuno y sus ropas desechas evidenciaban que era solo nómadas.

Sus ojos agudos se sorprendieron de vernos me adelante flanqueado por Emmett y Jasper, y salí a su encuentro. Todos adoptamos la postura erguida y despreocupada.
El hombre de piel obscura sonrió y las palabras salieron de sus labios.

—Creíamos haber oído jugar a alguien —hablaba con voz reposada y tenía un leve acento francés— Me llamo Laurent, y éstos son Victoria y James —añadió señalando a los vampiros que le acompañaban.

También les sonreí, estaba alerta ante cualquier imprevisto, pero hasta ahora todo marchaba bien.

—Yo soy Carlisle y ésta es mi familia: Emmett y Jasper; Rosalie, Esme y Alice; Edward y Bella — Le respondí.

— ¿Hay sitio para tres jugadores más? —inquirió Laurent con amablemente.

—Bueno, lo cierto es que acabamos de terminar el partido. Pero estaríamos verdaderamente encantados en otra ocasión.- Respondí tratando de sonar lo más tranquilo posible.- ¿Se piensa quedar mucho tiempo por estos rumbos?- Pregunte.

—En realidad, vamos hacia el norte, aunque hemos sentido curiosidad por lo que había por aquí. No hemos tenido compañía durante mucho tiempo. Respondío al instante Laurent.

—No, esta región suele estar vacía si exceptuamos a mi grupo y algún visitante ocasional, como ustedes.-Conteste.

La tensa atmósfera había evolucionado me sentía muy tranquilo le agradecí internamente a Jasper por usar su peculiar don para controlar la situación.

— ¿Cuál es nuestro territorio de caza? —preguntó Laurent.
Entendí al instante al instante la hacia donde se dirigía su pregunta, pero trate de ignorarla y respondi tranquilamente..

—Esta, los montes Olympic, y algunas veces la Coast Ranges de una punta a la otra. Tenemos una residencia aquí. También hay otro asentamiento permanente como el nuestro cerca de Denali.
Laurent se balanceó, descansando el peso del cuerpo sobre los talones, y preguntó con viva curiosidad:

— ¿Permanente? ¿Y cómo consiguieron algo así?

— ¿Por qué no nos acompañan a nuestra casa y charlamos más cómodos? —Los invite—. Es una larga historia. Estaba tratando de alejarlos del lugar para que Edward y Bella se pudieran marchar.

James y Victoria intercambiaron una mirada de sorpresa, Laurent, lo disimulo más.

—Es muy interesante y hospitalario por nuestra parte — Hemos estado de caza por mucho tiempo no hemos tenido ocasión de asearnos un poco. Prefirió nuevamente.

—Por favor, no se ofendan pero he de rogarles que se abstengan de cazar en los alrededores de esa zona. Debemos pasar desapercibidos, ¿me entienden? —Explique.

—Claro —asintió Laurent—. No pretendemos disputarnos el territorio. De todos modos, acabamos de alimentarnos a las afueras de Seattle. Dijo soltando una carcajada, los otros dos simplemente se limitaron a sonreír.

-Les mostraremos el camino si quieren acompañarnos.- Emmett, Alice, vayan con Edward y Bella a recoger el Jeep —añadí sin darle importancia.

Mientras hablaba, ocurrieron tres cosas a la vez. La suave brisa despeino el cabello de Bella al instante el olor nos invadió y mi hijo se envaró y el segundo varón, James, movió su cabeza repentinamente de un lado a otro, buscando, para luego centrar en ella su escrutinio, agitando las aletas de la nariz.

Me quede rígido al igual que mi familia cuando James se adelantó un paso y se agazapó. Edward exhibió los dientes y adoptó la misma postura defensiva al tiempo que emitía un rugido bestial que parecía desgarrarle la garganta. Sé que Edward va a ser cualquier cosa posible por defenderla, y nosotros estamos para apoyarlo, aunque eso implique matar a estos tres vampiros.

— ¿Qué ocurre? exclamó Laurent, sorprendido.

Ni James ni Edward relajaron sus agresivas poses. El primero fintó ligeramente hacia un lado y Edward respondió al movimiento.

—Ella está con nosotros. Exclame mirando fijamente a James.

— ¿Nos trajeron un aperitivo? —inquirió con voz incrédula, mientras, sin darse cuenta, daba un paso adelante.
Edward rugió con mayor ferocidad y dureza, curvando el labio superior sobre sus deslumbrantes dientes desnudos. Laurent retrocedió el paso que había dado.

—He dicho que ella está con nosotros —replique ahora ya con sequedad.

—Pero es humana —protestó Laurent atónito.

—Sí... —Emmett se puso a mi lado, con los ojos fijos en James, que se irguió muy despacio y volvió a su posición normal, aunque las aletas de su nariz seguían dilatadas y no perdían de vista a Bella, Edward mientras continuaba agazapado como un león delante de ella.


—Parece que tenemos mucho que aprender unos de otros.- Hablo Laurent con un tono tranquilizador en un intento de suavizar la repentina hostilidad.
—Sin duda —Mi voz sonaba aun fría.

—Aún nos gustaría aceptar nuestra invitación —sus ojos se movieron rápidamente hacia Bella y retornaron a mi. —. Y claro, no le haremos daño a la chica humana. No cazaremos en su territorio, como les he dicho.

James miró a Laurent con incredulidad e irritación, e intercambió otra larga mirada con Victoria, cuyos ojos seguían errando nerviosos de rostro en rostro.

Me resultaba sorpréndete que tomara las cosa de esa manera, pensé que talvez se pondría más tensa la situación, en parte se debía a Jasper, pero sé que hay algo más de fondo en este repentino cambio.

—Les mostraremos el camino. Jasper, Rosalie, Esme —Les llame y se reunieron todos delante de Bella tratando de ocultarla de la vista de los recién llegados.

—Vámonos, Bella —ordenó Edward con voz baja y sombría.

Ella no contesto camino torpemente tropezando con más de uno en su camino al jeep, pobre chica entiendo lo asustada que estará, pero en este momento no podía hacer más por ella que tratar de salvarle la vida.

El partido II


La bajo lentamente y son sumo cuidado de su espalda, la invito nuevamente a unirse al juego, aunque será realmente peligroso jugar con ella, podría resultar severamente lastimada, estaba alejado de ellos entre la primera y segunda base, así que solo le sonreí y agite mi mano a manera de saludo.

Camino al lado de mi esposa y note que platicaban animosamente, me agradaba tanto que ellas conversaran y que Bella, eso la cercaría más a nosotros, porque si mi hijo la amaba ella para mi seria una hija mas.

Por lo regular siempre terminamos ganando mi equipo lo conforman Edward, Alice y yo, Emmett, rose y Jas, son del otro equipo y Esme arbitra el juego por aquello de que según ella hacemos trampas.

Alice aventó la pelota, cayó en manos de Jasper, y se la devolvió, a las manos ella volvió a aventar y esta vez el impacto con el bate de Emmett resonó por el cielo, corrió lo mas que pudo y yo detrás de él, pero ya sabíamos quien completaría esa carrera Edward quien simplemente no se veía, Emmett era quien mejor bateaba pero indudablemente Edward nos supera por mucho en velocidad.

Jasper bateó una roleta, una de esas pelotas que van rodando por el suelo, hacia mi posición en un intento de evitar la infalible defensa de Edward.

Corrí por la bola y luego me lance en pos de Jasper, que iba disparado hacia la primera base. El estruendo que produjo el impacto de nuestros cuerpos fue como la coalición de dos grandes masas de roca. Gire el rostro para encontrarme con los ojos asustados de Bella que nos miraba incrédula de que no tuviéramos algún daño físico.

Nuestro equipo iba una carrera por delante. Rosalie se las apañó para revolotear sobre las bases después de aprovechar uno de los larguísimos lanzamientos de Emmett, cuando Edward consiguió el tercer Out, se acerco sonriente hasta donde se encontraba su amada. Intercambiaron algunas frases y volvió al juego inmediatamente, hacia la base de bateador.

Edward juega con mucha astucia al optar por una bola baja, fuera del alcance de la excepcionalmente rápida mano de Rosalie, que defendía en la parte exterior del campo, y, veloz como el rayo, ganó dos bases antes de que Emmett pudiera volver a poner la bola en juego. Yo por mi parte golpe una bola tan lejos fuera del campo que Edward y yo completamos la carrera. Chocamos las palmas con Alice, que sonreía.

El partido transcurrió tranquilamente, entre risas, y bromas que unos a nosotros solemos hacernos y que calmamos cuando Esme nos llama la atención, estaba a punto de batear con Edward como receptor cuando de pronto Alice profirió un grito sofocado que nos preocupo a todos los presentes. Edward supo antes que los demás lo que sucedía y al instante estuvo al lado de Bella abrazándola, como protegiéndola de algo,.. De alguien, ¿pero de quien?

— ¿Alice? —preguntó Esme con voz tensa.


—No lo he visto con claridad, no podría deciles.. —susurró ella.
Todos nos reunimos al instante.


— ¿Qué pasa, Alice? —Le pregunte tranquilamente, no era cuestión de alarmar a esta chica.


—Viajan mucho más rápido de lo que pensaba. Creo que me he equivocado en eso —murmuró.

Jasper se inclinó sobre ella con ademán protector. La abrazo y beso su cabeza, apoyándola en su pecho.


— ¿Qué es lo que ha cambiado? —Le preguntó el.


—Nos han oído jugar y han cambiado de dirección —señaló, como si se sintiera responsable de lo que fuera que la había asustado.
Todos sin excepción alguna giramos la vista hacia Bella, ella era quien corría peligro, sabía que se trataba de los vampiros nómadas que estaba de paso por estos rumbos, Alice ya nos había advertido antes de su presencia.

— ¿Cuánto tardarán en llegar? —Pregunte, volteando a mirar a Edward, talvez pudiera sacar a Bella de aquí rápidamente.
Una mirada de intensa concentración cruzó por su rostro y respondió con gesto contrariado.

—Menos de cinco minutos. Vienen corriendo, quieren jugar.-Contesto mi pequeña Alice, muy asustada, sé que si estaba sí, es porque veía más de que nos podía decir.


— ¿Puedes hacerlo? —le pregunte a Edward mientras mis ojos se posaban sobre Bella rápidamente.

—No, con carga, no —resumió él.

-Además, lo que menos necesitamos es que capten el olor y comiencen la caza.

— ¿Cuántos son? —preguntó Emmett a Alice.

—Tres —contestó.

— ¡Tres! —exclamó Emmett con tono de mofa. Flexionó los músculos de acero de sus imponentes brazos—. Déjalos que vengan.- Continuo sonriente.

Escuche a Emmett, se que podemos con tres de nuestra especie, contando que Edward pudiera irse a instante con Bella, en lo que nosotros los entreteníamos, pero no tengo deseos de matar nadie, ni humanos o alguna otra especia que sobreviva al igual que nosotros, todos merecemos vivir, ¿pero? ¿Que podría hacer? es ella ya parte de neutra familia, mi deber como jefe de esta aquelarre proteger a todos los que me rodeen pero no con violencia, ya que eso no me conduce a nada, debía apresurarme a pensar, los segundos pasaban rápidamente y sé que ellos harán lo que yo indicase confían en mi criterio y no puedo defraudarlos, tomaríamos precauciones, entre todos formaríamos una valla para proteger a Bella, aun con nuestra propia vida.
—Nos limitaremos a seguir jugando —anuncie con tono frío y desapasionado-. Alice dijo que sólo sentían curiosidad.

Esme se acerco a Edward para preguntarle, y el al instante le respondió, lo que leía de mi mente. Seguimos tratando de aparentar que no pasaba nada, no era mi intensión espantar a Bella.

—Intenta atrapar tú la bola, Esme. Yo me encargo de prepararla —Dijo Edward y se plantó delante de ella, empezaría a protegerla, sin que ella lo notase.
Volvimos al campo, barriendo recelosos el bosque oscuro con su mirada aguda. Alice y Esme no perdían de vista el punto en donde se encontraba Edward y bella.
Vi que Edward le pidió que soltara el cabello, sería inútil su olor, es tan perceptible que a la distancia lo podrían notar.

—Quédate inmóvil- Dijo

Lo sé —contestó Edward con una nota de frustración en la voz.

Me quede de pie en el prado mientras el resto retomaba el juego con desgana.

Pasaron unos segundos y el juego progresaba, ahora con apatía, ya que nadie tenía ganas de golpear fuerte. Emmett, Rosalie y Jasper merodeaban por el área interior del campo. Rosalie, estaba enfadada se notaba su frustración, aunque de alguna manera trato de disimularla. Edward no prestaba ninguna atención al juego, sus ojos y su mente se encontraban recorriendo el bosque.

—Lo siento, Bella —murmuró ferozmente—. Exponerte de este modo ha sido estúpido e irresponsable por mi parte. ¡Cuánto lo siento!-Le dijo Edward a ella.
Mi familia yo volteamos en la dirección de donde provenían los pasos apresurados que se escuchaban acercándose cada vez más…

El partido I


Fui al hospital temprano, ya que no era día de consultas, solo tenía que entregar al Dr. Morgan el cirujano platico los resultados de unos análisis practicados aun a una joven a la que tenía que volver a operar.

No tarde en ir y regresar a la casa, ayude a Esme a llevar unos refrescos que obviamente nosotros nos tomaríamos, pero ella llevo por atención a Bella como no sabe cual le gustaría llevo de varios sabores en una nevera pequeña color verde que compro Alice en la tienda de los Newton para qué no sospecharan nada.

Busque la gorra, el bate de béisbol y el uniforme que tenemos, gracias obviamente a mi querida Alice. Emmett le prestó su jeep a Edward y Rosalie nos llevara en su convertible, no está de tan mal humor, pero sé que la idea de que Bella vaya a vernos jugar no le agrada en lo absoluto, pero estoy convencido que ya se le pasara.
El trayecto se me hizo demasiado corto, talvez por la velocidad de manejar de Rose, ella se quedo un poco de tiempo dentro del auto con Emmett, Esme y yo salimos de inmediato al igual que Alice y Jasper, quienes se tomaron de la mano y se ocultaron tras unos árboles, empecé a trazar el contorno que serviría de cancha.

Teníamos todo ya incluso Esme había sacado al nevera con las bebidas que ofrecería a Bella, suceso que molesto mucho a Rosalie, creo que ya entendí el porqué de su enojo, esta celosa de ella, es la única explicación lógica que encuentro a su comportamiento, y estoy seguro que Edward jamás nos lo dirá.

Ya que teníamos todo preparado, nos dispusimos a esperar a Edward, durante el tiempo que lo esperamos lo deje de abrazar a mi esposa, cuando los vi llegar se me dibujo una sonrisa, la traía colgada del cuello, ella traía una cara de miedo que no la pudo ocultar, y el en cambio irradiaba felicidad.

Un pequeño detalle


Salí de la habitación con mi esposa tomada de la mano, con todo lo de la visita de Bella olive por completo una pequeña sorpresa que le había comprado por la mañana, cuando fui al súper por las especies para el platillo que íbamos a prepar talvez un poco tonta e irónica, pero me guata tener detalles humanos como este con ella, hacerla sentir especial, como cualquier mujer que se alegra de recibir regalos de la persona que ama.


Estaba en el pasillo de los dulces y chocolates, pensaba que talvez podría llevarle algo a mi esposa, pero que ¿podría ser?, gire mi rostro y vi de frente la pequeña caja roja en forma de corazón, con un hermoso moño en la parte superior, me gusto mucho desde quela vi, sin antes percatarme que se trataba de chocolates, la tome entre las manos , leí la letra impresa de la parte trasera y me di cuenta que se trataban de trufas de chocolate, y que podían ser de diferentes sabores, me imagine cuan deliciosos debieron de estar ya que solo habían dos cajas mas, debía llevársela a Esme, sé que no podrá disfrutar del sabor del chocolate del que tal vez ya olvido.


Fui a la caja y saque la tarjeta dorada para pagar, me sonreí para mis adentros, talvez estoy un poco loco, pero tener detalles con mi esposa me fascina y este jamás se le hubiera ocurrido a ella.

-Ya dime de qué se trata,- interrumpió el silencioso andar mi esposa.

-Es un simple detalle tonto.- Le dije


-Mi amor nada de lo que tú me des es tonto.- Respondió amorosamente


Espérame aquí, le dije, dejándola en la entrada de la casa, digiriéndome al auto, abrí la puerta trasera ya saque la cajita en forma de corazón. Camine de regreso en donde había dejado a mi esposa, pero ella ya caminaba a mi encuentro.


-Cierra los ojos- dije tapando con mi mano libre sus hermosos ojos.

-Ya, mi amor dime ¿qué es?- preguntando con esa dulce voz

- Toma, dije poniendo en sus manos la caja de chocolates.

Abrió los ojos y se quedo quieta admirando esa caja,

-¡Mi amor!, son chocolates, gracias. Dijo muy animada dando un tierno beso en los labios.

-¿En verdad te gusto?- pregunte sorprendido

-Esque como no puedes comerlos yo...-Tapo mis labios con su mano.

-Claro que si, es un hermoso detalle de tu parte, además recuerda que no hay mujer a la que le disguste que le regalen chocolates.

Su respuesta me sorprendió así que solo atine a decirle

-Te amo tanto mi amor.

-Yo también te amo, tanto sexy doctor, detallista- me guiño el ojo al decir lo último.

Nos fundimos en un beso apasionado que me transporto al cielo, aunque fuera por un momento.

Cullen III


No puedo dejar de ver a mi esposa, puedo pasarme las horas enteras abrazado a ella, tocando sus manos, besándola, es la mujer de mi vida, la que hace que todo me parezca hermoso, leda sentido a mi existencia, me apoya, me da su amor, y todo su ser.


No creo merecer tanta amor, dicha y felicidad, me siento totalmente realizado, tengo todo lo que antes no tuve, ni siquiera cuando fui humano , tengo una familia, unos hijos maravillosos una esposa que me da todo el amor que puedo necesitar y aun mas, amo profundamente la profesión que elegí para ejercer por la eternidad, una manera de ganarme aunque sea lentamente el perdón de Mi Dios aunque mi familia no es igual a las demás, es poco convencional.

Aun así, mis hijos me han llenado de orgullo, son buenos muchachos, tienen cada cual sus virtudes, muy parte de sus dones aunque todos tienen sus defectos, se también que los defectos de Ross en especial, se pueden notar más que los demás, pero en el fondo ella también es una excelente mujer, solo que sufrió mucho y le cuesta trabajo aceptar ante los demás su sufrimiento así que se escuda tras su coraza de resentimiento contra el mundo parque nadie vuelva a herirla.

Jasper es tan amoroso, lo se porque se siente en el ambiente le profundo amor que siente por Alice,es callado, porque todavia le cuesta mucho adaptarse a esta dieta.

Emmett, es tan gracioso, el alma de la fiesta si se puede catalogar de alguna manera.

Alice que puedo decir de mi pequeña adorada, es tan especial, siempre con sus locuras, haciendo de la casa un verdadero caos cuando se propone cambiarle el look a alguien.

Edward, el ahora es el ams feliz y completo de todos, recien descubrio la grandeza del amor y eso lo cambia todo el su existencia.

-Carlisle, mi amor, acaso estas dormido-Pregunto mi esposa riendo ruidosamente. Sacandome de mis profundos pensamientos.

-Ojala pudiera dormirpara soñar contigo. - Le respondi animosamente.

-Te vez tan hermoso cuando estas asi sumido en tus pensamientos que no queria dejar de verte.

-¿A si? ¿y porque me hablaste entonces?-Le pregunte dandole un beso en la frente.

- Ha venido Alice a avizar que talvez podamos jugarun partido de baisball.- Me dijo.

-Eso estaria genial mi amor- Dije sonriendo tomando su mano.

-¿A donde vamos?- pregunto

- Es una sorpresa- conteste.

Los Cullen II


Estaba así abrazado a mi esposa, escuchando las notas de melodía armoniosa que salían de el piano que con tanto amor tocaba mi hijo para esa mujer que tanto ama, me quede ahí con las manos entrelazadas a las de mi esposa , me sentía realmente feliz, satisfecho, no entiendo muy bien esto que me sucede, pero saber que Edward al fin podría sentirse feliz, y aunque fuera un poco vivo, pude sentir que la losa que sentía que oprimía mi espalda había sido removida por mucho tiempo llegue a sentirme culpable por convertir a esta vida, darle una inmortalidad que no pidió y verlo solo, triste, sumido siempre en sus pensamientos, pero ahora sé que todo tiene un porqué, que nada de lo que sucede es en vano, que todos tenemos una historia que crear, una vida que construir o lo que más se asemeje a ella y hoy me he convencido de que así es Edward debía seguir aquí, su futuro no podía truncarse en esa época, en su futuro estaba Bella, si yo no hubiese acudo de la manera en la que lo hice este inmenso amor que pude notar flotar en el aire, no hubiera podido ser.

Espero que mi hijo sea totalmente feliz, pero aun tiene dudas el necesita darle a Bella inmoralidad, o lo que o para él es lo mismo quitarle la vida, robarle el alma condenarla al infierno como tantas veces a catalogado esta a vida, que llevamos.

Edward llevo a Bella a recorrer la casa, el estudio, su recamara y el resto, Esme está feliz, y yo al igual que ella pero Ross está furiosa y este día un poco mas, le pareció una descortesía que no aceptara comer, se que esa chica esta haciendo su mayor esfuerzo por aceptarnos, tal pareciera que no valorara su vida, jamás pensé que alguna persona estuviera en una casa llena de vampiros alejada de la población, es muy valiente, aunque un poco callada y tímida.

Espero que ella logre hacer tan feliz a Edward como Esme lo ha hecho conmigo.

Los Cullen I


No puedo controlar a Alice y Esme han andado como locas planeando hacer algo des pues de que Edward les ha dado la noticia de que Bella vendrá de visita.

Ya que el día anterior fuimos al súper nos quedamos con algunas cosas para preparar una receta Italiana, Alice compro un CD, con ellas y elegimos la que nos pareció la adecuada.

Rosalie no estaba feliz, más bien estaba muy molesta por la visita de Bella, Emmett tan simpático como siempre, Jas me tenía un tanto preocupado, pero Alice me aseguro que no pasaría nada, y me tranquilizo un poco.

Escuche el ruido del motor en el patio estarían por entrar nosotros mientras tanto no nos movimos de la cocina tratando de sacar adelante la receta que veíamos en el televisor.

-¡Vaya que olor! Se escucho de la voz de Bella proveniente del pasillo

Carlisle, Esme, les presento a Bella. Dijo Edward rompiendo el silencio.

—Bienvenida, Bella.- Conteste de inmediato avanzando a ella.

—Amm, me alegro de volver a verlo Dr. Cullen- Dijo ella.

—Solo Carlisle.- Dije sonriendo.

Para mi sorpresa me brindo una gran sonrisa.

Esme le sonrió y se acerco a ella para darle la mano.

—Estoy feliz de conocerte al fin—dijo con sinceridad.

—Gracias. Yo también me alegro.-Contesto ella.

-Nos has dado una escusa para estrenar la cocina.-Dije sonriendo.

-Espero que tengas hambre—intervino Esme
--Si mucha- contesto un tanto apenada.

-Ya ha comido, has sido culpa mía -Dijo mi hijo disculpándola.
-Es que como sé que ustedes no comen… yo…-No termino la frase.
Un tazón con ensalada se hizo añicos ante las miradas de todos, Rosalie, lo rompió sumamente molesta.

-Perfecto me obligan a hacer la estúpida ensalada para nada.- Y se marcho, Emmett fue tras ella.

-Más tarde tendrás que limpiar este desorden,- dije alzando la voz, para que pudiera escucharme.

De la ventana entraron Jas y Alice.

— ¡Hola, Edward! —le saludó Alice con entusiasmo.

—Hola, Bella —dijo Alice y le dio un beso en la mejilla.
—Vaya que hueles bien.- Le dijo ella.

-Tú y yo seremos mejores amigas. Continuo.

—Hola, Bella —me saludó Jasper.

Se mantuvo a la distancia se que a mi hijo le estaba contando trabajo estar cerca de ella, pero agradecía el intento que hace por complacer a Alice.

—Hola, Jasper — Dijo ella al fin.

Platicamos de algunas cosas, sus padres, el instituto pero no es una chica que hable mucho, es más bien tímida.

-Toca algo hijo- sugirió Esme.

Ed se levanto de su asiento y se dirigió al piano, de cola color negro que adorna la sala, destapo sus teclas y empezó a sonar la melodía que compuso en honor del amor de mi esposa y mío como nos dijo él.

Al terminar esa melodía, se escucho un tono que desconocía totalmente, extendió su mano para que Bella se aproximase a él, se sentó a su lado y empezó nuevamente.

-Esta es una sorpresa para ti, la compuse después de que te vi dormir por primera vez.- Le dijo muy suavemente.

Cerré mis ojos le tome la mano a mi amada esposa y deje que la maravillosa melodía me envolviera en su magia.

Supermercado


Pase toda la noche con mí amada esposa, al día siguiente, era mi día de descanso así que juntos al supermercado tenía alrededor de una semana que no asistíamos y no podemos poner a la gente sobre aviso porque como en todas partes empiezan las habladurías, además de que no hemos llevado la comida la orfanato donde solemos llevarlo junto con la ropa que Alice saca de nuestros guardarropas ya que no nos deja ponernos la misma ropa dos veces.

Tratamos de vestirnos rápidamente, aunque eso me resulta algo difícil no puedo dejar de verla, de tocarla, acariciarla y besarla, me fascina y estoy perdidamente enamorado de ella, la bese tantas veces mientras intentaba vestirse, se veía tan sexy, en si ella es sexy con lo que lleve puesto.

Después de unos minutos se encontraba en el asiento del copiloto y yo se sentaba en el lugar del conductor lógicamente usaríamos mi mercedes así que se lo puse en marcha.

Conduje algo de prisa las calles estaban solitarias y no poníamos a nadie en ningún peligro conduciendo a esa velocidad, durante el trayecto iba admirando al belleza de la mujer que me acompañaba.

Al llegar al supermercado le abrí al puerta del copiloto a mi hermosa esposa y le ofrecí mi fría mano para que se poyara en ella para descender aunque no lo necesitara me gusta ser atento y caballeroso con ella, entramos y para ser temprano ya había cierta cantidad de gente recorriendo los pasillos, a decir verdad en ocasiones me siento celoso cuando los caballeros voltean el rostro cuando pasa junto a ellos “mi mujer”

-¿En qué tanto piensas mujer?- Le pregunte ya que estaba muy seria.

-No en mucho es decir no es que coma todo lo que compra……..- Dejo incompleta la frase ya que excedió el tono de su voz y una pareja nos miraba intrigadamente.
Solo rodee su cintura con uno mis brazos y seguimos nuestro camino.

Después de un rato de elegir productos le dije:

-¿Esto te divierte cierto?

-¿Qué? no lo habías notado- rio un poco.

-Y mi me encanta verte así.- Le respondí con una gran sonrisa.

Mientras hablaba caminaba de espaldas, y golpe contra un anaquel escuche la risa burlona de Esme, no sabía que le sucedía se estaba burlando de mi, y es algo que no me agrado, me sentía demasiado avergonzado y ella no paraba de reír, trate de arreglar el golpe afortunadamente nadie se dio cuenta, después de realizarlo nos dirigimos a la caja registradora.

Ya en el auto Esme no podía parar de reír, la mira en verdad me sentía avergonzado yla risa de ella no ayudaba de mucho en este momento, puse en marcha en auto y ella al fin paro de reír.

-Perdón mi amor, sé que no te pacería gracioso, pero a mí me divirtió tu cara de sorpresa.-Dijo ella aun sonriendo.
Acto seguido solo di vuelta a la llave mire hacia al frente y nos dirigimos a casa, en el trayecto ninguno hablo, ahora ella estaba seria, ¿y ahora qué rayos hice?- pensé para mis adentros.

En cuanto estuvimos en el garaje de la casa bajo del auto tomo algunas cosas del asiento trasero donde se encontraba las bolsas del súper y se dirijo a la cocina a dejar todo puse eso me asombro salí del auto tome el resto de las cosas y la seguí a la cocina. De las cosas que compramos no desempacamos nada pues lo donamos de igual manera que la ropa a la caridad pues no podemos solo por fingir desperdiciar comida. Solo les damos un poco de orden en el súper te entregan todo desordenado así que juntamos lácteos, verduras, embutidos todo por clasificación de alimentos tal ve sea exagerada pero en fin, es una manera de sentirnos más humanos.

Y al igual que de camino a casa no pronuncio ni una palabra, este silencio no me gusta, jamás hemos estado molestos así que teníamos que hablar y seria yo quien lo hiciera, talvez estaba molesta conmigo ye tenía que averiguarlo.

-¿Estas molesta conmigo amor?- Le pregunte con un tono suave de voz.

No contesto enseguida, dejo pasar algunos segundos,

-¿Debo de estarlo?- Respondiendo mi pregunta con otra pregunta.

Para ese instante ya rodeaba su cintura, me acerque a su oído y le dije.

-Lo siento amor me comporte como un tonto niño es que me avergoncé y tu no parabas de reír.

Esas palabras desencadenaron el ella otro ataque de risa, giro su cabeza y me miro fijamente a los ojos.

-No, soy yo quien debe disculparse por hacer sentir mal a este guapo niño berrinchudo- Me dijo depositando un besos en mi frente como suelen hacer las madres con sus pequeños hijos.

Reímos al unisonó para después escuchar la voz de Alice diciendo.

-¿Por qué tanta risa?

-Ya sabes Carlisle es un gran comediante. Respondió al instante mi esposa, volteando su rostro para verme nuevamente.

Alice rio discretamente y salió de la cocina mis hijos habían llegado del instituto y nosotros ni siquiera lo habíamos notado es que cuando estamos juntos nos concentramos tanto el uno en el que el mundo desaparece.

Rosas


Salí de prisa del hospital, saber que hay gente muriendo y que desgraciadamente no puedo hacer nada por ellos me hace sentir mal, solo quería llegar a casa y abrazar fuertemente a mi esposa, darle un beso y quedarme a su lado donde me sentía tan a gusto y feliz, la cercanía con esa hermosa y adorable mujer es todo lo que necesito.


Estaba en el auto, pasaba enfrente de una florería y vi un ramo hermoso de rosas rojas, no lo dude ni un segundo, estacione el coche delante de una camioneta de modelo trazado con la pintura en tono azul descascarada de la que descendió un joven que compro solamente una rosa con una enorme sonrisa en los labios.


Compre un enorme ramo de rosas rojas, sabía que a Esme le encantaría, debieron oler exquisitamente, porque una joven que pasaba junto a mi aspiro su aroma poniendo muy buen semblante.

Subí al auto pero debía escribirle algo el simple hecho de llevarle rosas no bastaba así que tome el bolígrafo que me regalo Alice y me dispuse a trazar algunas palabras al azar tratando de plasmar en ellas mis sentimientos o al menos tratar de que ella sintiera eso al leerlas, porque escribir en un simple papel lo que yo siento por ella resulta imposible. Empeze a escribir...


PROMETO AMARTE

No dudes amor mío, cuando te digo que
nunca te abandonaré,
ni la muerte misma me podrá separar de ti.
Tú, significas todo para mi…

Siempre guardé la esperanza de encontrar
un lazo como el nuestro
y ahora, no hay nada en el mundo que desee más…
que amarte y que me ames.

Aún el más perfecto amor visto en
un sueño con la fascinación de lo imaginado,
empalidece al compararlo con la dicha
de mi vida contigo, mi amor es inmenso,
y nunca cesará.

Siempre que pienso en nosotros,
en como compartimos nuestros anhelos,
el gozo, los triunfos, el dolor…

Tengo la certeza de que nuestra unión perdurará…

Te prometo que siempre te amaré….
Se que no es nada fácil enfrentar…
La vida…

Pero sé que juntos tu y yo, inseparables,
nos fortaleceremos mutuamente
y venceremos cualquier problema por fuerte que sea,
y al transcurrir los años
y aunque nunca lleguemos a estar viejitos, con nuestros cabellos blancos,
y sentados en mecedoras por la tardes cuidando de nuestros nietos,
la eternidad será testigo de los altibajos del… vivir, de nuestras esperanzas,
oraciones y el amor compartido por toda la eternidad…

Te Amo, profundamente, apasionadamente… eternamente.

Carlisle.


Lo leí antes de doblar la hoja y acomodarla en el ramo de flores, encendí el auto y me dirigí a mi hogar donde me esperaba mi amada esposa, estacione el auto rápidamente, entre y la encontré sentada en la sala leyendo una revista, le tape los ojos y deposite las flores sobre sus piernas, la bese tiernamente en la mejilla, rozando su cuello

-¿Adivina quién soy?- Le susurre al oído.

-Mmm, déjame pienso, ¡ha ya se! El amor de mi vida.- Dijo sonriendo, quitando suavemente mis manos de su rostro.


-Lo dudaste, así que no se vale.- Le respondí sonriendo también.


-Como puedes creer que lo dude, eso jamás podría suceder, tontito- Me dijo ladeando su cabeza para hablar rozando mis labios mientras hablaba.


Nos besamos apasionadamente, hizo un movimiento con las manos para desdoblar la hoja que llevaba, pero la detuve.


-Puedes leerlo más tarde, los chicos no están en casa y podríamos aprovechar su ausencia. -Susurré en su oído.

No contesto se limito a depositar las flores en la mesita de la sala, nos tomamos de las manos, dirigiéndonos a nuestra alcoba.

Extraña y mortal enfermedad II


El medicamento que se le había suministrado a es muy agresivo para ellos organismo y ellos están muy afectados así que dormirían por algunas horas.

Paso alrededor de tres horas y me dirigí al cubículo esperando que ya estuviera despierta, efectivamente lo estaba, se veía cansada y muy débil, su piel reseca, sumamente delgada, con pulmonía, no hay mucho que hacer por ella.

-¿Cómo se siente?- pregunte suavemente. Tocando su mano.
-Mejor, no me siento, tan mal, pero me preocupa mi hijo, ¿se salvara?- pregunto preocupada.


-No será posible no deseo mentirle, quiero hablarle con la verdad, ambos están en la etapa final de la enfermedad, no hay mucho que podamos hacer, solo darles un poco de calidad de vida, mientras esta dure.


Sus ojos se llenaron de lágrimas, su rostro reflejaba su sufrimiento, su fragilidad saltaba a la vista.


-¿Por qué? ¿Por qué pasa esto, porque mi hijo? ¿Porque nosotros?- pregunto sollozando.


-Eso no se lo puedo responder su hijo debió ser infectado a la hora del parto, por vía perinatal, ¿nunca le dijeron que estaba enferma? -Le dije.


-No lo sabía, mi hijo no nació en un hospital, nació en casa en la frontera del México, me ayudo mi comadre, y pus no sabemos de esas cosas.


-Entiendo, discúlpeme por la pregunta que le hare, ¿usted solo tuvo contacto sexual con el padre de su hijo?-pregunte.
-Si doctor, el se vino pa` ca a trabajar, iba a casa una vez cada dos años, solo me dejaba embarazada y se regresaba, pero las últimas dos veces se veía mal, como me veo yo ora, todo lleno de llagas, pero me dijo que era alergia, mi hijo ya tenía un año apenas si lo vio y se fue, me dejo dinero y con eso yo pague a un hombre que me paso, pero cuando llegue a donde vivía, ya había muerto.- Se tapo l rostro con las manos, lloraba tanto.


-Lo siento mucho no…-Me interrumpió.


-Yo no lo siento, es un desgraciado, me arruino la vida y a mi chiquito, porque fue él, el que me enfermo.


-¿No ha tenido trasfusiones de sangre?-Le pregunte.
-No doctor.- contesto rápidamente.


- Pues entonces sí es seguro que él la contagio a usted y usted a su hijo. Es posible que el tuviera alguna aventura. Le dije.
-Si es seguro siempre fue así, le gustaba meterse con mujeres de “esas de la vida fácil”, era un cerdo.- Dijo molesta.


-Lo siento en verdad, no sé qué mas decirle, me retiro, descanse y no se preocupe por los gastos, yo los cubriré.- Le dedique una sonrisa.


-Gracias doctor que Dios se lo pague, es usted tan bueno, se va a ir al cielo con todo y zapatos.- Me dijo algo sonriente, aunque en su rostro rodaban lágrimas.


-Gracias,- respondí dando la vuelta, otra vez había mencionado a Dios, ojala y el la escuchara.


Salí de la habitación, ya había terminado mi turno, quería llegar a casa y abrazar a mi esposa.

Extraña y mortal enfermedad


He tenido largas jornadas en el hospital, son muchos los pacientes que atiendo a diario las consultas van desde heridas leves hasta circunstancias que ponen en peligro la vida de la gente, en esta larga “vida” si le puedo llamar así me doy tristemente cuenta que las enfermedades han evolucionado tanto como lo ha hecho la humanidad, pero que nos estamos quedando cortos en tecnología y métodos que ayuden a contener la propagación de epidemias.


Escribo todo esto porque hoy llego una joven hasta la sala de urgencias con el rostro tan pálido como el mío, ojerosa, triste, tan enferma, más de lo que se hubiera imaginado, esta tan delgada que tal pereciera que sus huesos se romperán, llevando en brazos a un pequeño que se veía igualmente enfermo pero este presentaba llagas purulentas en su cuerpo.


Estaba pasando por ahí cuando entro desesperada gritando…
-¡Un doctor, por favor un doctor, ayuda mi hijo se me muere!
El rostro desencajado de aquella madre y sus ojos inundados de lágrimas me conmovieron tanto.


Llegue inmediatamente a su lado, no sabía de que se trataba pero estoy preparado para lo que sea y debía ayudarla, al acercarme a ellos note las miradas de asco y repulsión de la gente al ver que tocaba la piel enllagada de esa pobre criatura, sin usar guantes que protegieran mi piel del contacto con la piel enferma de el chico.


-¿Que sucede?- pregunte inmediatamente.


-No se doctor desde que nació esta así enfermo, y ahora ha empeorado, pero como no tengo dinero para atenderlo no lo he había traído.- Las palabras salían de la boca de esa pobre mujer a borbotones.


-Entiendo, necesito que pase y se le practiquen algunos estudios, y también a usted se ven enfermos los dos.-dije.


-No doctor por mí no se preocupe sálvelo a él, además no tenemos dinero somos inmigrantes indocumentados y no contamos con el dinero como para estudios y esas cosas, solo dele algo para que le deje de doler.- pidió ella.


-No se preocupe señora, correré con los gastos, ahora solo trate de tranquilizarse que de lo demás me encargo yo.


-Está bien doctor, muchas gracias que Dios se lo pague.-Me dijo
Escuchar eso me hizo estremecer, ¡DIOS! Será que él pueda algún día perdonarme por ser este monstruo, talvez si o no, de eso no tengo nada seguro.


Me apresure a pedirles a las enfermeras que tomaran muestras de sangre de los dos pacientes, mientras colocaba al pequeño en una camilla y lo conducía hacia un cubículo aislado, pro sise trataba de algo contagioso, les pedí a las enfermeras que tuvieran mucho cuidado a la hora de estar cerca de ellos y se protegieran, no quiero que corran peligro ellas tampoco.


Al entregarme los resultados unas horas después quería equivocarme en el diagnostico que había emitido sin ver dichos análisis, la sintomatología era algo clara, abrí el sobre y leí su contenido me di cuenta de lo injusta que es la vida, el destino o las circunstancias, como era posible que tanto madre e hijo estuvieran infectados de el virus de la Inmuno Deficiencia Adquirida ¡SIDA! No tenían mucho tiempo, el niño menos la enfermedad estaba muy avanzada, al no tener tratamientos que ayudaran a sobrellevarla s cuerpo se deterioro más rápidamente que en aquellos pacientes que toman tratamientos.
Me acerque a su cubículo usando el equipo de protección que se suele ocupar en esos casos, ya que no debo dar señales de no necesitarlos.


-Buenas tardes, ¿te sientes mejor?- le pregunte ya que el pequeño dormitaba en ese instante.


-Si doctor gracias, la medicina me ha hecho muy bien y mas a él.- Señalo a su pequeño hijo.


-Señora esto que voy a decirle es grave, usted y su hijo resultaron ser O positivos al VIH. Me miraba fijamente parecía no entender lo que acaba de decirle.


-Perdón doctor, ¿y eso que es?- pregunto confundida.


-Usted y su hijo están infectados de VHI o como se conoce comúnmente Sida es una enfermedad mortal, incurable es un virus que afecta el sistema inmunológico de las personas dejando al organismo sin una respuesta inmune a las infecciones de todo tipo, su cuerpo va perdiendo todas las defensas, hasta que sobreviene la muerte.


-¿Me entendió?- le pregunte finalizando la breve explicación.


-Pues más o menos. No mucho doctor, tengo muchas dudas… pero (bostezo) tengo sueño.


-No se preocupe, vuelvo mas tarde para seguir platicando y pueda responder a sus preguntas, descanse- Le sugeri.

Salí de la habitación dejando a los dos profundamente dormidos

Un accidente II ?


Subí al carro tome el volante y nos dispusimos a manejar apresuradamente, pero claro manteniendo siempre la precaución ante todo.

Al llegar a casa notamos que estaban reunidos, Edward me comento brevemente que se trataba de un combate organizado…obviamente por Emmett.

Entramos a la casa, todos voltearon a mirar porque habíamos llegado juntos.

-Esme mi amor, he vuelto-Le dije a mi esposa depositando un sueva beso en su frente.

-Carlisle mi amor, te extrañe tanto- Tomo mi mano y la dirigió a su labios depositando un beso que me hizo estremecer.

-Edward hijo ¿paso algo?- Pregunto ella, algo preocupada, noto inmediatamente que los semblantes no eran alentadores.

-No madre no pasa nada. Respondió automáticamente.

-Esme, hijos, necesito hablar con ustedes, ¿pasamos al comedor?

-Si claro respondió Jasper, los demás solo se dispusieron a caminar sin preguntar nada, rumbo al comedor.

Nos sentamos como solemos hacerlo siempre, yo a la cabeza, Esme al lado derecho mío, Edward al izquierdo, después Emmett y Rosalie y junto a mi esposa Alice y Jasper.

-Pasa lo siguiente, el cuerpo al que fui a examinar se trata de Waylon Forge, el amigo del padre de Bella,-Voltee ligeramente a observar a Edward que estaba callado y sin ningún tipo de expresión fácial.

-Lo ha atacado uno de los nuestros, seguramente se tratan de nómadas que pasan por la región, pero nos ponen en peligro, ya que si cazaran dentro del territorio de la reserva los quileutes pensarían que fuimos nosotros y eso desataría una guerra a la que no estoy dispuesto a enfrentarme.

Rosalie estaba molesta, se notaba enseguida, le susurro algo al oído a Emmett y el solo le dedico una mirada amorosa el amor entre ellos es más que evidente. Alice estaba concentrada tratando de visualizar algo en un futuro cercano que le indicara de que se trataba esto.

-Mi amor ¿qué podemos hacer?- fue Esme la que rompió el silencio.

-Por ahora nada, esperemos que solo estén de paso y se marchan enseguida, hasta ahorita la situación se puede manejar insistiendo que se trata de un animal.

-Es peligroso, para los humanos, pero sobre todo para Bella, si ella resulta ser tan apetecible para ellos como lo es para mí, (un gruñido salió de su garganta) necesito estar cerca de ella.
-¿Ahora también eres su niñera?, que patético te vez en ese plan de protector de indefensos humanos. –Dijo Rose en un tono burlón dirigiéndose a Edward. . .

-No es asunto tuyo, en todo caso es solo mi problema. Respondió Edward muy molesto.

-Tranquilos por favor, no hay nada que indique que Bella estará en peligro, solo están de paso quizá un día más y se irán. Interrumpió Alice al momento.

-Eso está mucho mejor, me siento más tranquilo ahora, pero de igual manera no puedo estar lejos de ella, podría necesitarme. –Dijo Edward mucho más tranquilo.

-Hijo, sabes que cuentas conmigo para todo, cuida de Bella, si eso te hace sentir mejor.

Se levanto de la silla donde estaba y se marcho inmediatamente.

Un accidente?


Iba camino a casa después de mi turno en el hospital, cuando recibí una llamada al celular.

-Si diga-

-Dr. Cullen, habla el Jefe de policía. Se escuchaba preocupado.

-Jefe Swan ¿ha pasado algo?, no evite pensar en Edward y Bella.

-Si doctor, ¿podría venir a la estación?, a darnos las causas de una muerte.

-Si claro voy para allá- colgué y tome la ruta hacia la estación de policía del pueblo.

Al llegar y entérame de quien se trataba sentí tristeza por el Jefe Swan, perdió a su amigo Waylon

Me dirigí a la mesa de observación, y lo que vi no me agrado nada, seguramente trataron de hacerlo parecer un ataque de animales, pero tenía la característica del ataque de… un vampiro, recordé que hacía unos días atrás también habían atacado a unos excursionistas, debieron ser los mismos, en el momento pensé que talvez, Charlotte o Peter, pero no ellos acaban de llegar y el ataque anterior fue días antes de su llegada.

Estaba preocupado se quien fuere estaba cerca y nos ponían en peligro, si los quileutes se enteraban darían por hecho que se trataba de nosotros, teníamos que encontrarlos y tratar de razonar con ellos, aunque en ocasiones resultaba difícil hablar con ellos.

Estaba seguro que el ataque fue por vampiros, pero no podía decirles eso, no me creerían y no podía alarmarlos, solo confirme que se trataba de un animal, sin dar más detalles.

Me disponía a abandonar el lugar cuando llego Edward en compañía de Bella.

-Carlisle, ¿Qué ocurre?- pregunto Edward inmediatamente que Salí.

-Waylon Forge ha sido encontrado en una balsa cerca de su casa he examinado en cuerpo- Respondí sabía que mi hijo oía mis pensamientos.

-¿Ha muerto? – pregunto Bella.

-Le dije que si con un movimiento de cabeza.

-¿Cómo? interrumpió Bella.

-Le ha atacado un animal. – Edward leía atentamente mis pensamientos para asegurarse de los detalles del ataque.

-¿El mismo que ataco al jefe de seguridad en Mason?

-Muy posiblemente.- Respondí.

-Entonces debe de estar acercándose al pueblo. -Dijo ella.

-Bella deberías de entrar Waylon era amigo de tu padre.- Le dije.

- Si, lo hare.- Respondió. Se alejo solo unos pasos y dio media vuelta, se dirigió esta vez a mi hijo.

-Aumm, te veré luego- Le dijo, y entro.

Nos quedamos Edward y yo, solos nos dedicamos unas miradas, avance hacia mi auto, aquí no podíamos platicar, en casa trataríamos el asunto.

Un lamnetable incidente


Alice entro de prisa al estudio su expresión era de horror.

-¡Carlisle!, Bella está en peligro y… (Su expresión cambio momentáneamente) Edward esta con ella dijo al fin.

-Alice, ¿qué ha ocurrido?

-Unos tipos estuvieron a punto de atacar a Bella, pero Edward ha llegado justo a tiempo.

-Me alegro, por eso.

-Edward estuvo a nada de matarlos. Ahora todo ha pasado.

-Ok.

Mi hija dio la vuelta y salió
.
Al cabo de un tiempo entro nuevamente.

-Solo vengo a decirte que Edward vendrá a hablar contigo.

-Gracias. Le dije.

Vi entrar a Edward.

-He oído decir a Alice que me buscarías- Le dije sonriéndole.

-Necesito ayuda. Me dijo mi hijo un poco preocupado.

-Cualquier cosa, Edward. Le dije decidido.

-¿Alice te ha contado lo que sucedido esta noche con Bella? Pregunto.

-Casi sucede- le dije mortificado.

-Sí, casi. Tengo un dilema, Carlisle. Verás, Tengo ganas… muchas… de matarle. Muchísimas. Pero sé que es incorrecto, porque sería la venganza, no justicia. Aún así, no puede ser justo dejar un violador en serie y asesino errante por Port Ángeles. No sabiendo que existen otros seres humanos, otros como Bella, una víctima. Otras mujeres, de las cuales alguien sienta por ellas lo que yo siento por Bella. Susceptibles a sufrir lo que yo he sentido, la amenaza a que la dañaran.

-No es correcto, ¿pero?- esboce una sonrisa.- ¿Ella es muy importante para ti, no es así? Estoy impresionado por todo el control que has tenido.

-No estoy buscando elogios, Carlisle.

-Por supuesto que no. Pero puede que te ayude lo que pienso, ¿puedo? –sonreí de nuevo.

-Debemos tener cuidado, puedes estar tranquilo. No dañará a nadie más como a Bella…
Leyó mis pensamientos.

-Yo te mostraré dónde encontrarlo, dijo. -Vamos a ir.
-Cogí mi maletín negro.

-Tomamos su coche. Alicie

El viaje era muy corto en el camino oscuro, vacío. La carretera vacía, apago sus faros para no llamar la atención.

En el camino fui pensando en Bella la imagine con la piel fría como la nieve y los ojos rojos de sangre, pero no podía seguir así, sería muy duro verla de esa forma, era una buena persona. Pero Edward merece la felicidad y ella es la adecuada, debe haber una manera.

Edward me llevo directamente hacia la criatura.
Mi respiración de Edward se apresuró, Apreté el volante y puede intuir que leía en los pensamientos de ese ser despreciable muchas atrocidades de las que había sido capaz.

-Tranquilo, Edward -dije suavemente. Voy a hacerlo correcto por la seguridad de las demás chicas. Por la de Bella. Lo que haré es exactamente lo correcto.

-Lo se confió en ti padre- me dijo confiado. Y se alejo apresuradamente del lugar, no podía estar cerca de él, no sería capaz de contenerse.

Me acerque al grupo de ebrios hombres, estaba ahogados en alcohol percibí una olor pestilente.

-Buenas noches señores- dije confiadamente.

-Buenas doctorcito, no le parece que es muy tarde para que ande solo, ¿podrían asaltarlo? contesto Lonni riendo cínicamente.

-Lonni, necesito hablar con usted, hay un familiar suyo enfermo y…
-¿Quién? ¿Dígame quien? ¿Es que acaso es mi madre?
-Un ser tan despreciable tenía sentimientos por alguien,- lo dude realmente, pero vi la oportunidad de alejarlo de ahí.

-Así es Lonni, debemos ir pronto.

No contesto nada pero me siguió sin protestar, lo conduje lejos del lugar hasta un callejón solitario, me atrase un poco hasta que estuvo a dos paso de mi y saque la jeringa que llevaba en el maletín con una dosis de anestesia, me acerque lentamente y le inyecté el liquido el brazo, bramo y se volteo para querer golpearme, pero el alcohol y la anestesia surtieron efecto y cayó al suelo, inmediatamente saque mi materia quirúrgico de emergencias, actué inmediatamente, corte sus genitales, muy dentro de mi me sentí culpable, pero imaginar a mas jovencitas abusadas por este inmundo tipejo me dieron el valor para terminar lo que había empezado, suture rápidamente.

Me dirigí a un teléfono público y llame a la estación de policía.

-911, Buenas noches.

-Señorita, es una denuncia, un delincuente muy buscado esta en esta dirección…

Su nombre es Alonzo Calderas Wallace, alias Lonni, y colgué.

Una hermosa visita


Despues de dejar la carta con la flor a mi esposa,
me retire para ir al hospital, los examenes del joven
Jimmy estaba marchando bien, al parecer su padre,
podria donarle un pulmon, ya con eso ganabamos un
poco de tiempo en lo que se conseguia el otro.

Estaba tan acupado en mis obligaciones, cuando sentia
unas manos frias tapar mis ojos.

-¿Quien soy?- Me dijo la dulce voz.

-Mmm, eres la razon de mi existencia. Respondi amorosamente.

- Carlisle eso no se vale haz echo trampa. Dijo sonriendo.

-Esme mi amor, conosco tu voz, y tus manos perfectamente.

-Esta bien.

-¿Que te trae por aqui? ¿A pasado algo?. Pregunte.

-No claro que no ha pasado nada, es solo que vine de
compras, tendremos visitas ¿no lo recuerdas?.

-Claro.

-Y aproveche para venir a darte las gracias por el hermoso
detalle que dejaste en la mesita de la sala.

-¡Ho Esme! no tienes nada que agradecer, soy yo el que te
agradece estos felices años a tu lado, tu y los muchachos
son todo lo que necesito.

-Mi amor claro que tengo que agradecerte el que estes
conmigo, el darme cinco maravillosos hijos, apesar de no
haber nacido de mi, los quiero como si asi hubiese sido.

-Lo se, lo mismo me sucede a mi.

-¡¡Te amo!!

-Y yo a ti.

Nos besamos tiernamente, aprovechando que estabamos
solos.

-Bueno mi amor me tengo que ir, Alice dice que no tardan
en llegar y quiero estar en casa para resivirlos.

-Claro cielo, les das la bienvenida de mi parte, diles
que los vere mas tarde.

-Asi lo hare.

Me volvio a besar y se dirigio a la puerta de salida antes de salir, volteo.

-Te amo tanto- Me dijo dulcemente y se marcho...

Carta a mi esposa


Esme mi amor:

Antes que nada, espero que este hermoso clavel rojo te
guste tanto como me gusto a mi cuando lo vi pense inmediatamente en ti.

Tal vez te parezca extraño recibir una carta de parte mía,
puesto que te veo a diario en casa, sólo que quise decirte
cuánto te amo de una manera diferente, aunque sé que lo sabes, quiero decirlo nuevamente estoy orgulloso de ti, de
la mujer que eres, de la madre amorosa, de la amante
perfecta.

¿Sabes amor? siempre pedí a Dios a una mujer como tú, pasaron siglos sin que acudieras a mi, pero yo jamás dejé de esperarte, no sabía dónde, ni cuándo, ni cómo llegarías a mí vida sólo sabía que lo harías. No conocía tu rostro, no conocía tu cuerpo y aún así te esperaba.



De pronto un día, ¿recuerdas? Mientras estaba en un
hospital de guardia llegaste tu al borde la muerte, estabas
palida, agonizante, pero aun asi te veias hermosa.


En ese momento cariño, supe que eras la mujer que yo esperaba, por eso amor, no te sorprenda esta carta, sólo quise agradecerte todo lo que soy por ti, gracias Amor por existir, gracias por amarme tanto,gracias por cuidar de nuestros hijos gracias mi vida por ser el balance perfecto en nuestro hogar, por levantarme cuando he caido, por abrazarme cuando he sufrido, por hacerme tan feliz.

Te amo eternamente

Donacion


Después de la plática con Rose, recordé que mi auto no servía, así que subí a pedirme que por favor lo checara, al principio dude que aceptara, pero me sorprendió su actitud.

Toc-toc
Toc-toc

-¿Quién es?- Me dijo su tono de voz era un tanto melancólico.

-Carlisle, mmm disculpa por interrumpir, pero…

-Carlisle, ahora no, ya escuche demasiado, tratare de no comentar nada…-Me interrumpió.

-Ho no Rose, no se trata de eso.

Abrió la puerta aunque su rostro se mostraba ligeramente irritado, su voz sonó cordial.

-Dime, en que te puedo ayudar.

-De hecho en mucho, el auto no encendió esta mañana y me preguntaba si podrías revisarlo, ya que eres el único mecánico eficiente que conozco. – Sonreí, al recordar lo que dicen de las rubias, en ella no se aplica, aparte de ser hermosa, es muy inteligente.

-Claro que si, solo me cambio de ropa y bajo a verlo, realmente me hará bien distraerme.

-Gracias- respondí y me retire del umbral de su habitación.

No sé que estaba mal pero al día siguiente el auto encendió enseguida, no cabe duda que es muy buena.

Me fui de prisa ya que me esperaba un paciente muy especial, un adolecente que había asistido a consulta la semana anterior, le hice sitos estudios clínicos ya que algo andaba mal en él y me temía que estuviera enfermo de gravedad.

La enfermera de guardia Melany ya tenía su expediente el escritorio y el joven me esperaba en el consultorio, entre de prisa, lo salude y me dispuse a revisarlo, y lo que vi me entristeció.
Es casi un niño, como puede tener fibrosis pulmonar crónica, es una enfermedad progresiva degenerativa, talvez en solo unos meses estaría agonizando, aunque hay una alternativa, un donante de pulmones, ¿pero aquí? Forks es tan pequeño, quien podría donar órganos aquí, además de que aun la gente no tiene la cultura de la donación de órganos, hay demasiada ignorancia para estar en el siglo XXI, muchas cosas han cambiado si bien es cierto pero, la ignorancia es lo más difícil de erradicar.

No podía decirle a ese pequeño que talvez solo le quedaban algunos meses de vida si no lograba encontrar un donante.

-Jimmy, ¿podrías acompañar a la señorita un momento fuera?

-Claro Dr.- Se levando de su asiento y salió con ella, dejándome a solas con si afligido padre.

-¿Qué pasa doctor?, dígame la verdad, mi hijo cada día esta pero las crisis de asma son más recurrente, ha necesitado oxigeno.

-Sr. McDowell necesito que me preste mucha atención a lo que voy a decirle, no le voy a mentir, su hijo está muy grave, no es asma lo que tiene su enfermedad se llama Fibrosis Pulmonar Crónica, no es detectable cuando empieza ya que como en su caso se confunde con asma y ya que ha avanzado es imposible detenerla.

Los ojos de dolor de ese padre al escuchar mis palabras, me hicieron añicos el corazón de piedra.

-No, no Dios ¿Por queeé? ¿Porque éeel? Es solooo un niño, su llanto ahogaba sus palabras. ¿Hay algo que pueda hacer doctor?

-El único camino seria un trasplanté, pero es muy difícil, entraría en lista de espera y eso podría llevar mucho tiempo, semanas, meses, años incluso y su hijo no tiene tanto tiempo…

-Yo ¿podría ser donante? Pregunto desesperado.

-Si aunque es necesario hacer una serie de análisis de compatibilidad, no quiero crearle falsas esperanzas podría no ser compatible aunque sea su hijo, además que sus años de vida bajarían considerablemente.

-Doctor, eso no importa daría mi vida entera a cambio de la de él, desde que murió su madre es todo lo que tengo si él también me deja, para que sigo yo en este mundo.

-Comprendo- Respondí.

-¿Cuando empezamos con los análisis doctor?- pregunto impaciente.

-Mañana mismo, lo veo aquí las siete de la mañana en ayunas.

-Aquí estaré, ha muchas gracias.

-No agradezca, es mi trabajo y lo hago con gusto.

Se retiro del consultorio con una sonrisa de esperanza dibujada en su rostro, le pedí a Dios que pudiera ser compatible.

Preocupacion


He estado pendiente de que Edward no lastimara a Bella por algunos días hasta que comprendí perfectamente que el amor que siente por ella es más fuerte que la ansiedad de beber su sangre, está irremediablemente enamorado de esa joven, Esme es muy feliz de saberlo, pero él está confundido, puedo notarlo.

A estado cazando más de lo normal seguramente para poder soportar estar a su lado, es una tortura, pero me supongo que más tortura seria para el no verla más, me entere por Esme que compuso una nana para ella, y Rosalie se molesto demasiado, en parte se que ella no le ha perdonado el hecho de que jamás la viera más que como una hermana, esta tan acostumbrada a que la admiren que es algo que lastimo su ego.

Este fin de semana tenían pensado ir de caza, pero nos visitaran Peter y Charlotte a Edward la idea no le pareció piensa que talvez ellos podrían dañar a Bella, nos han visitado en otras ocasiones y no hacen daño a nadie, así que dudo mucho que le pase algo, pero de igual manera nunca permitiría que le sucediera algo, seria la muerte para mi hijo y no podría perderlo.


Cuando volví del hospital Esme me recibió muy
cariñosamente, subimos a la habitación y me
conto algunos detalles de cierta pelea entre
Rosalie y Edward, y sobre qué Ed compuso alguna
melodía, mmm una nana, al principio me
pareció fabuloso, aunque de cierta manera
me preocupo ya que estoy seguro que por
las noches, va a ver a Bella, el todavía siente
esa extrema necesidad de beber su sangre y
la está poniendo en peligro.


Baje para platicar un momento con Rosalie que
anda muy molesta pero dudo que sea solo por
la dichosa discusión con su hermano, siento que
se debe más al hecho de que Emmett no está,
ella solo vive por y para él y hecho de que el
este lejos la pone mal.

Me acerque a hablar un poco con ella aunque
no me tomo mucha importancia, estaba impaciente
por que el volviera a su lado.

-Rosalie amas mucho a Emmett ¿cierto?- pregunte algo avergonzado.

-Amm Carlisle, ¿a qué viene esa pregunta?- Respondió con ese tono molesto de siempre.

-¿Podrías responderme primero? – Después te diré a que se debe.

-Sabes que es así, por eso te pedi que lo conviertieras para mi.

-¿Te imaginas viviendo sin él?- Pregunte

-Carlisle honestamente esto no me agrada y tus preguntas están yendo demasiado lejos.

-Rosalie, quiero que comprendas a tu hermano, tú amas a Emmett tanto como yo lo hago con tu madre, y simplemente nosotros sin ellos no somos nada po…

-¿Adonde quiere llegar con esto? –Interrumpió.

- Quiero llegar al punto que logres entender pero
sobre todo comprende r a tu hermano, no es fácil
para él lo que está pasando, se enamoro, pero ese
no es su problema, su problema es que preferiría
morir antes que condenarla a esta vida.

-Mmm Carlisle, ¿qué quieres que yo haga? Eso es desicion
de el.

-Nada Rose, solo te pido que lo entiendas es todo,
trata de evitar tus malos comentarios hacia ella, somos
una familia y todos debemos apoyarnos, es todo, te
agradecería que al menos lo intentaras.

-Ok lo intentare,- respondió secamente y se retiro.

Me quede solo en la sala pensando que iba a suceder más adelante no tenía la mas mínima idea…

lunes, 26 de abril de 2010

Hermosos recuerdo IV La Isla Esme


A la mañana siguiente de darle su regalo partimos rumbo a la Isla pero no quería que ella supiera en donde estaba quería que fuera una total y completa sorpresa, pero Esme creía que era un poco ridículo.
-Carlisle me podrías quitar la venda de los ojos por favor?- pregunto,
-No cariño, aun no hemos llegado.- dije tomando su mano y ayudándola a caminar.

-Pero Carlisle…- replico.

-No Esme, no te quitare esa venda de los ojos…

-Está bien, pero si me ven con una venda en los ojos pensaran que esto es un secuestro…así que mejor nos alejamos de la policía…- Y me eche a reír con lo que acababa de escuchar. .

-¿Un secuestro?…no lo había pensado…tal vez luego cariño.-conteste alegre.

-Carlisle, pero quiero ver…- nuevamente replico.

-Lo lamento Esme, pero aun no llegamos, falta poco.- volví a decir.

-Está bien Carlisle Cullen, no quería hacer esto, pero si no me dejas ver, me niego rotundamente a caminar.-dijo dejando de moverme, y cruzando sus brazos en su pecho.

-Así que te niegas rotundamente a caminar.- dije el suspirando.

-Si.- dijo en tono de voz cantarina.

-Eso dificulta un poco las cosas princesa.- sonreí, me acerque a ella , y rodee su cintura con uno de mis brazos, luego coloque el otro brazo atrás de sus piernas, y la levante en el aire.

-Bájame, Carlisle, bájame.
-No Esme, lo lamento.- dije el riendo.
-Pero Carlisle, por favor, bájame…
-No…
-Carlisle Cullen bájame…- pidió sonriendo
-No.
- Ay Carlisle…por favor…baja…-ni siquiera pudo terminar su petición, puse mis labios de manera dulce pero insistente sobre los suyos y sentí su dulce aliento.
Me aleje de ella y la deposite en el piso nuevamente.
-Ya llegamos cariño.- susurre en su oído.- Déjame ayudarte.- me acerque a ella y desate la venda de sus ojos.
Se quedo impresionada al ver la enorme casa que estaba al frente de nosotros , estábamos en un bosque, la casa era muy parecida a la de Alaska, y tenía unas ventanas enormes.
-Carlisle es precioso…-susurro.- ¿Todo esto es mío?- pregunto incrédula.
-Todo cariño.- susurre acariciando su cabello. Incline mi rostro como si fuera a besarle pero me acerque a su cuello y aspire su aroma con fuerza y luego suspire.

-Esme…- susurro.- ¿Te puedo secuestrar ahora?- Se rio.
-¿Me pides permiso para secuestrarme?- pregunto riendo.
-Si.- dije el sonriendo.- ¿puedo?
-Adelante. Tienes mi permiso- dijo sonriendo. Cerré mis ojos y aspire nuevamente su dulce aroma.
La deposite en la arena de la playa, se veía hermosa la luz de la luna le daba a su rostro pálido un toque fantástico.
-Mi linda Esme.- Le susurro al oído y bese su cabello.
- Espero que te haya gustado tu regalo-
-Me ha encantado mi regalo.- dijo en voz baja. Sonreí y la bese despacio, con ternura, me separe de ella con cuidado y volví a mirar al mar, azul y tranquilo, un mar de tranquilidad, ella en cambio no veía ora cosa que no fuera yo. …..





Ya llevábamos 3 días en nuestra Isla, Era de noche, y Esme corría por todo el bosque, yo la perseguía.
-Te atrape.-me le dije mientras la alzaba por la cintura, ella reia Te amo.- Le dije.
-Y yo a ti.- dijo antes de darme un pequeño beso en los labios.-
¿Ya me bajas?- pregunto al ver que seguía en el aire. Sonreí a modo de disculpa.
-Ahora vas tú…-le dije mientras la colocaba en el piso y empezaba a correr, vio por donde hiba se subió a un árbol y salto sobre de mí.
-¿Saltas?- pregunte.
-Con mucho gusto.-dijo antes de saltar a mis brazos.
La deje en el piso, me acerque a ella hasta que su cuerpo fue retrocediendo y choco contra un árbol, me acerque a sus labios, la bese despacio, lentamente, con cuidado.
Ella se rio cuando me aleje.

-¿Qué pasa?- Le pregunte.
-Mmm…Carlisle, cuando aprenderás…¿que no me voy a romper?- me pregunto con una sonrisa, y yo suspire.
-Lo sé Esme, sé que no te romperás…pero no sé…siempre siento que eres lo más frágil que tengo…entiéndeme…si algo te pasara por mi culpa, dejaría de existir.
-Está bien…tratare de entenderte…tratare.- dijo y se río.
-Atrápame cariño.-dijo mientras echaba a correr. .
Cuando la atrape, la sostuve entre mis brazos y la lleve a nuestra habitación, nos tomamos mas fotos una de las que ya teníamos y tome una en especial que me fascina, ella posando tan sexy solo para mi, allí pasamos toda la noche, juntos, solos amándonos plenamente…
Al otro día tomamos el avión de regreso a casa con nuestro querido hijo.

Hermosos Recuerdos III El regalo


Que le puedo regalar...- Constantemente me preguntaba eso quería regalare a mi esposa algo realmente especial, pero no sabia que.

Pero ella estaba feliz ahora y no quería nada. A menudo conversábamos sobre aquello y siempre me contestaba lo mismo. Le preguntaba a Esme que quería y ella reía nerviosamente y me decía que nada, que ella ahora era muy feliz a su lado.

Y todo esto era cierto Esme no quería nada, pero yo me empeñaba en que tenía que regalarle algo especial. Edward jamás entendió eso. Me decía que ella era feliz, ¿Para qué regalarle algo?

El día que me decidí a comprar le regalo Edward fue el primero en saberlo me fue a buscar al despacho para pedirme prestados unos libros, eran su primeros días en el Instituto de Alaska y en el momento que entro al despacho tenía una cara de sorprendido y dijo en voz muy fuerte.

-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡LE COMPRASTE UNA ISLA!!!!!

-Shhhhhhhhh Esme te puede oír, no quiero que sepa aun de su regalo.

-Pero Carlisle, le compraste una Isla, ¿como le compraste una Isla?, Espera ¿venden Islas en Internet?

-Edward tienes que prometerme que no le dirás nada a Esme…ella no tiene que saberlo hasta que yo se lo diga.

-Está bien sabes que no diré nada. Ella lo sabrá por ti. Pero estas seguro de que una Isla no es demasiado. Porque es decir….Es una ISLA.

-No, no es cualquier Isla, ¡es ISLA ESME! -Le dije muy orgulloso.

-De acuerdo Isla Esme, pero aun sigue siendo una Isla…estas seguro de que ella…

-Esme es detallista creo que le gustara su regalo…además no tienes ni la más mínima idea de lo que sufrí para encontrar un regalo.

-Créeme que sí. Bueno espero que le guste.- Dijo Edward tomando los libros y saliendo del despacho.



Quería darle a Esme su regalo hoy mismo, estábamos sentados en la sala, Edward leía unos libros de medicina, yo hojeaba otro realmente distraído y Esme veía una revista de decoración de interiores.

-Esme…

-¿Si? Que pasa cariño.

-Ah…nada...nada.

-A…bueno.

-Esme ¿qué es lo más lindo que alguna vez alguien te ha regalado?- le pregunte demasiado nervioso.

Edward nos veía los dos seguramente leía en eso momentos los pensamientos de ambos.

-Y ¿bien?...- pregunto Carlisle.- ¿Que es lo más bonito que te han regalado?...- Repetí nervioso.

-A…bueno la verdad es que nunca me han regalado otra cosa que no sea flores.

-Solo te han regalado ¿flores?

-Pues si…- murmuro Esme algo distraída pero mirándome dulcemente a los ojos.

-Ay no… Carlisle no me digas… que me has…comprado algo…- murmuro Esme asustada.

-Pues yo…

-¿Qué es?… ¿un brazalete?… ¿Flores?…no creo que sean dulces…no tendría sentido.- Esme estaba emocionada, parecía que después de todo si había querido un regalo.

-No creo que puedas adivinar…-Apenas se escucho el susurro que emitió mi hijo.

-Ay Edward ni que fuera una Isla.- Respondió ella

-Edward simplemente abrió muy grandes los ojos.

-Carlisle…tu…me has…comprado…¿¿¿¿una Isla????- pregunto Esme algo emocionada y asustada.

-Pues yo…mmm… este…considéralo mi regalo de Bodas.

-Es enserio…no estás jugando… me has comprado una Isla?- dijo Esme demasiado feliz.

-Sí, mi amor, pero no es cualquier Isla , es tu Isla, se llama Isla Esme. Y saldremos mañana en la mañana en un viaje hacia allí, para que puedas conocerla.

-Carlisle es lo más lindo que me han regalado.- dijo Esme mientras yo le sonreía.

-Edward te podrías hacer cargo de la casa por un tiempo, Esme y yo iremos de viaje.- le dije.

-Claro, yo me quedare aquí. Ustedes no se preocupen.

-Gracias Edward.- dijo Esme.

Anhelaba tanto que llegara mañana para partir con mi esposa a ese paraíso...