CARLISLE MEMORIES

CARLISLE MEMORIES
LA MUERTE NO LLEGA CON LA VEJEZ, SI NO CON EL OLVIDO

miércoles, 9 de junio de 2010

Rosas


Salí de prisa del hospital, saber que hay gente muriendo y que desgraciadamente no puedo hacer nada por ellos me hace sentir mal, solo quería llegar a casa y abrazar fuertemente a mi esposa, darle un beso y quedarme a su lado donde me sentía tan a gusto y feliz, la cercanía con esa hermosa y adorable mujer es todo lo que necesito.


Estaba en el auto, pasaba enfrente de una florería y vi un ramo hermoso de rosas rojas, no lo dude ni un segundo, estacione el coche delante de una camioneta de modelo trazado con la pintura en tono azul descascarada de la que descendió un joven que compro solamente una rosa con una enorme sonrisa en los labios.


Compre un enorme ramo de rosas rojas, sabía que a Esme le encantaría, debieron oler exquisitamente, porque una joven que pasaba junto a mi aspiro su aroma poniendo muy buen semblante.

Subí al auto pero debía escribirle algo el simple hecho de llevarle rosas no bastaba así que tome el bolígrafo que me regalo Alice y me dispuse a trazar algunas palabras al azar tratando de plasmar en ellas mis sentimientos o al menos tratar de que ella sintiera eso al leerlas, porque escribir en un simple papel lo que yo siento por ella resulta imposible. Empeze a escribir...


PROMETO AMARTE

No dudes amor mío, cuando te digo que
nunca te abandonaré,
ni la muerte misma me podrá separar de ti.
Tú, significas todo para mi…

Siempre guardé la esperanza de encontrar
un lazo como el nuestro
y ahora, no hay nada en el mundo que desee más…
que amarte y que me ames.

Aún el más perfecto amor visto en
un sueño con la fascinación de lo imaginado,
empalidece al compararlo con la dicha
de mi vida contigo, mi amor es inmenso,
y nunca cesará.

Siempre que pienso en nosotros,
en como compartimos nuestros anhelos,
el gozo, los triunfos, el dolor…

Tengo la certeza de que nuestra unión perdurará…

Te prometo que siempre te amaré….
Se que no es nada fácil enfrentar…
La vida…

Pero sé que juntos tu y yo, inseparables,
nos fortaleceremos mutuamente
y venceremos cualquier problema por fuerte que sea,
y al transcurrir los años
y aunque nunca lleguemos a estar viejitos, con nuestros cabellos blancos,
y sentados en mecedoras por la tardes cuidando de nuestros nietos,
la eternidad será testigo de los altibajos del… vivir, de nuestras esperanzas,
oraciones y el amor compartido por toda la eternidad…

Te Amo, profundamente, apasionadamente… eternamente.

Carlisle.


Lo leí antes de doblar la hoja y acomodarla en el ramo de flores, encendí el auto y me dirigí a mi hogar donde me esperaba mi amada esposa, estacione el auto rápidamente, entre y la encontré sentada en la sala leyendo una revista, le tape los ojos y deposite las flores sobre sus piernas, la bese tiernamente en la mejilla, rozando su cuello

-¿Adivina quién soy?- Le susurre al oído.

-Mmm, déjame pienso, ¡ha ya se! El amor de mi vida.- Dijo sonriendo, quitando suavemente mis manos de su rostro.


-Lo dudaste, así que no se vale.- Le respondí sonriendo también.


-Como puedes creer que lo dude, eso jamás podría suceder, tontito- Me dijo ladeando su cabeza para hablar rozando mis labios mientras hablaba.


Nos besamos apasionadamente, hizo un movimiento con las manos para desdoblar la hoja que llevaba, pero la detuve.


-Puedes leerlo más tarde, los chicos no están en casa y podríamos aprovechar su ausencia. -Susurré en su oído.

No contesto se limito a depositar las flores en la mesita de la sala, nos tomamos de las manos, dirigiéndonos a nuestra alcoba.

No hay comentarios: