CARLISLE MEMORIES

CARLISLE MEMORIES
LA MUERTE NO LLEGA CON LA VEJEZ, SI NO CON EL OLVIDO

miércoles, 9 de junio de 2010

El partido II


La bajo lentamente y son sumo cuidado de su espalda, la invito nuevamente a unirse al juego, aunque será realmente peligroso jugar con ella, podría resultar severamente lastimada, estaba alejado de ellos entre la primera y segunda base, así que solo le sonreí y agite mi mano a manera de saludo.

Camino al lado de mi esposa y note que platicaban animosamente, me agradaba tanto que ellas conversaran y que Bella, eso la cercaría más a nosotros, porque si mi hijo la amaba ella para mi seria una hija mas.

Por lo regular siempre terminamos ganando mi equipo lo conforman Edward, Alice y yo, Emmett, rose y Jas, son del otro equipo y Esme arbitra el juego por aquello de que según ella hacemos trampas.

Alice aventó la pelota, cayó en manos de Jasper, y se la devolvió, a las manos ella volvió a aventar y esta vez el impacto con el bate de Emmett resonó por el cielo, corrió lo mas que pudo y yo detrás de él, pero ya sabíamos quien completaría esa carrera Edward quien simplemente no se veía, Emmett era quien mejor bateaba pero indudablemente Edward nos supera por mucho en velocidad.

Jasper bateó una roleta, una de esas pelotas que van rodando por el suelo, hacia mi posición en un intento de evitar la infalible defensa de Edward.

Corrí por la bola y luego me lance en pos de Jasper, que iba disparado hacia la primera base. El estruendo que produjo el impacto de nuestros cuerpos fue como la coalición de dos grandes masas de roca. Gire el rostro para encontrarme con los ojos asustados de Bella que nos miraba incrédula de que no tuviéramos algún daño físico.

Nuestro equipo iba una carrera por delante. Rosalie se las apañó para revolotear sobre las bases después de aprovechar uno de los larguísimos lanzamientos de Emmett, cuando Edward consiguió el tercer Out, se acerco sonriente hasta donde se encontraba su amada. Intercambiaron algunas frases y volvió al juego inmediatamente, hacia la base de bateador.

Edward juega con mucha astucia al optar por una bola baja, fuera del alcance de la excepcionalmente rápida mano de Rosalie, que defendía en la parte exterior del campo, y, veloz como el rayo, ganó dos bases antes de que Emmett pudiera volver a poner la bola en juego. Yo por mi parte golpe una bola tan lejos fuera del campo que Edward y yo completamos la carrera. Chocamos las palmas con Alice, que sonreía.

El partido transcurrió tranquilamente, entre risas, y bromas que unos a nosotros solemos hacernos y que calmamos cuando Esme nos llama la atención, estaba a punto de batear con Edward como receptor cuando de pronto Alice profirió un grito sofocado que nos preocupo a todos los presentes. Edward supo antes que los demás lo que sucedía y al instante estuvo al lado de Bella abrazándola, como protegiéndola de algo,.. De alguien, ¿pero de quien?

— ¿Alice? —preguntó Esme con voz tensa.


—No lo he visto con claridad, no podría deciles.. —susurró ella.
Todos nos reunimos al instante.


— ¿Qué pasa, Alice? —Le pregunte tranquilamente, no era cuestión de alarmar a esta chica.


—Viajan mucho más rápido de lo que pensaba. Creo que me he equivocado en eso —murmuró.

Jasper se inclinó sobre ella con ademán protector. La abrazo y beso su cabeza, apoyándola en su pecho.


— ¿Qué es lo que ha cambiado? —Le preguntó el.


—Nos han oído jugar y han cambiado de dirección —señaló, como si se sintiera responsable de lo que fuera que la había asustado.
Todos sin excepción alguna giramos la vista hacia Bella, ella era quien corría peligro, sabía que se trataba de los vampiros nómadas que estaba de paso por estos rumbos, Alice ya nos había advertido antes de su presencia.

— ¿Cuánto tardarán en llegar? —Pregunte, volteando a mirar a Edward, talvez pudiera sacar a Bella de aquí rápidamente.
Una mirada de intensa concentración cruzó por su rostro y respondió con gesto contrariado.

—Menos de cinco minutos. Vienen corriendo, quieren jugar.-Contesto mi pequeña Alice, muy asustada, sé que si estaba sí, es porque veía más de que nos podía decir.


— ¿Puedes hacerlo? —le pregunte a Edward mientras mis ojos se posaban sobre Bella rápidamente.

—No, con carga, no —resumió él.

-Además, lo que menos necesitamos es que capten el olor y comiencen la caza.

— ¿Cuántos son? —preguntó Emmett a Alice.

—Tres —contestó.

— ¡Tres! —exclamó Emmett con tono de mofa. Flexionó los músculos de acero de sus imponentes brazos—. Déjalos que vengan.- Continuo sonriente.

Escuche a Emmett, se que podemos con tres de nuestra especie, contando que Edward pudiera irse a instante con Bella, en lo que nosotros los entreteníamos, pero no tengo deseos de matar nadie, ni humanos o alguna otra especia que sobreviva al igual que nosotros, todos merecemos vivir, ¿pero? ¿Que podría hacer? es ella ya parte de neutra familia, mi deber como jefe de esta aquelarre proteger a todos los que me rodeen pero no con violencia, ya que eso no me conduce a nada, debía apresurarme a pensar, los segundos pasaban rápidamente y sé que ellos harán lo que yo indicase confían en mi criterio y no puedo defraudarlos, tomaríamos precauciones, entre todos formaríamos una valla para proteger a Bella, aun con nuestra propia vida.
—Nos limitaremos a seguir jugando —anuncie con tono frío y desapasionado-. Alice dijo que sólo sentían curiosidad.

Esme se acerco a Edward para preguntarle, y el al instante le respondió, lo que leía de mi mente. Seguimos tratando de aparentar que no pasaba nada, no era mi intensión espantar a Bella.

—Intenta atrapar tú la bola, Esme. Yo me encargo de prepararla —Dijo Edward y se plantó delante de ella, empezaría a protegerla, sin que ella lo notase.
Volvimos al campo, barriendo recelosos el bosque oscuro con su mirada aguda. Alice y Esme no perdían de vista el punto en donde se encontraba Edward y bella.
Vi que Edward le pidió que soltara el cabello, sería inútil su olor, es tan perceptible que a la distancia lo podrían notar.

—Quédate inmóvil- Dijo

Lo sé —contestó Edward con una nota de frustración en la voz.

Me quede de pie en el prado mientras el resto retomaba el juego con desgana.

Pasaron unos segundos y el juego progresaba, ahora con apatía, ya que nadie tenía ganas de golpear fuerte. Emmett, Rosalie y Jasper merodeaban por el área interior del campo. Rosalie, estaba enfadada se notaba su frustración, aunque de alguna manera trato de disimularla. Edward no prestaba ninguna atención al juego, sus ojos y su mente se encontraban recorriendo el bosque.

—Lo siento, Bella —murmuró ferozmente—. Exponerte de este modo ha sido estúpido e irresponsable por mi parte. ¡Cuánto lo siento!-Le dijo Edward a ella.
Mi familia yo volteamos en la dirección de donde provenían los pasos apresurados que se escuchaban acercándose cada vez más…

No hay comentarios: