CARLISLE MEMORIES

CARLISLE MEMORIES
LA MUERTE NO LLEGA CON LA VEJEZ, SI NO CON EL OLVIDO

miércoles, 9 de junio de 2010

Impaciencia I


Manejaba a toda velocidad por la 101.

Nos dirigiríamos al norte tanto como nos fuera posible, luego daríamos vuelta y atacaríamos a James, ese era el plana seguir y todos habíamos aceptados seguirlo al pie de la letra.
Emmett llevaba consigo varias prendas que habíamos tomado de la maleta de Bella, estábamos seguros que el rastreador podía percibir el rastro de ella.

Edward viajaba sentado al lado mío, íbamos en completo silencio, entendía que los tres estábamos preocupados, pero la preocupación de Edward iba mas allá, ella era solo una joven e indefensa humana, yo sabía que Esme y Rose sabrían defenderse solas de cualquier ataque y aun así sentía que la mitad de mi alama si es que tenia estaban acompañado a mi amada esposa.

Ellas viajaban al oeste también lo más lejos que pudieran ir en el monovolumen.

No redujimos en ningún momento la velocidad al ir pasando las ciudades de Beaver o Saphho y seguimos por la carretera al llegar a Port Angels y manejaría lo más rápido que me permitiera el no levantar sospechas para llegar a Seattle antes del amanecer. Ya no contaríamos con el cielo siempre nublado y la protección que esto nos brindaría y el jeep ya no sería de mucha ayuda.

James nos seguía pero se mantenía alejado talvez andaría merodeando en Olympic National Forest, se mantenía alejado, nos seguía pero siempre guardando su distancia.

-¡Maldito infeliz!-

No quería ser inoportuno y preguntarle pero al igual que yo Emmett se encontraba sorprendido, durante el trayecto nos mantuvimos callados y ahora Edward lanzaba un insulto así de la nada.

-No quiere que lea sus pensamientos, por eso nos sigue así siempre a la distancia.- Dijo mi hijo.

-¡Diablos Edward! Vaya que es un desgraciado.- Dijo Emmett por respuesta.

-Debemos seguir con nuestro plan, por ahora solo podemos hacer esto, ya que Alice nos informe que están lejos podremos actuar de otra manera.- Les dije.

Seguimos a la misma velocidad, estábamos entrando a Seattle y los cielos se estaban clareando.

-Mantente por la avenida 5- Les dije, inmediatamente baje del auto y seguí a pie rápidamente por las afueras de la cuidad, y ante mis ojos se encontraba lo que había ido a buscar un auto honda civic de modelo algo atrasado color blanco, pero tenía lo que necesitaba un polarizado completo, rápidamente abrí la portezuela del conductor del conductor busque las llaves que se encontraba ocultas. Lo encendí de inmediato y me dispuse a alcanzar a mis hijos no podíamos exponernos al sol. En cuestión de segundos les di alcance, hice sonar el claxon del auto, para detenerme en la orilla de la carretera apare esperar a que subieran al auto, estacionamos el jeep a manera de que no estorbara con una blusa color azul de Bella y una pequeña pista del auto donde viajábamos.

-No creo que lo hayas alquilado padre, o me equivoco-La sonrisa confiada de Emmett me hicieron olvidar por un momento el pequeño acto delictivo del que fui capaz.
-A grandes males, grandes remedios-, conteste guiñándole un ojo y tratando de mantenerme animado.-Lamento no haber encontrado algo mejor.

-Todo estará bien Edward, Alice mantendrá a salvo a Bella.- Le dije para animarlo un poco.

Aunque estaba seguro que eso no serviría de nada en este momento. Ya que no obtuve respuesta de su parte, volvimos a quedar en absoluto silencio.

La noche estaba por llegar, cuando entramos a la ciudad de Vancouver, nos detuvimos enfrente de un enorme bosque lleno de plantas y musgos, los arboles tan altos que parecían perderse en lo alto del cielo, ese lugar me pareció realmente hermoso, me hubiera gustado tanto compartir esta clase de belleza al lado de mi amada esposa, pero no eran ni el lugar ni el momento para melancolías, debíamos esperar a que James nos diera alcance en este impresionante escenario llegaría su triste final, Emmett iba frotando las prendas de Bella por los arboles, y decido colocar algunas mas en una pequeña cueva que nos serviría de emboscada, aunque al parecer este vampiro resultaba muy astuto.

El tiempo transcurrió, y el no aparecía, empezaba a ponerme realmente nervioso…

No hay comentarios: